Los sueños que no vivimos

Capítulo 1: Elizabeth

"Hay canciones que si uno vuelve a escuchar, se destruye y tú tienes una playlist completa"

-Dani Martínez 

Es sorprendente como alguien puede llegar a tu vida y revolucionarla, es como un terremoto, todo estaba tranquilo y llega a mover todo, a cambiar el estilo de vida que llevabas o lo que tu pensabas que era tu tranquilidad, llega te enseña algo hermoso, una perspectiva totalmente diferente de la vida y luego cuando todo pasa te deja el vacío más grande de tu vida, te deja llorándole tirada en el piso de tu cuarto, deseando morir, sintiendo que el mundo se acaba y que en realidad no se acaba, que el tiempo pasa y a ti te sigue doliendo igual o peor, porque todos los recuerdos te atacan como si estuvieras en una guerra sin protección ni armas con qué defenderte, como permitirnos caer en algún cliché super lindo de esos que leemos en los libros de nuestro autor o autora favorito y nos permitimos ser tan vulnerables ante una persona, es sorprendente y realmente si lo pensamos bien es cruel y bonito. Alguna vez leí la siguiente frase "Las personas pasajeras nos enseñan lecciones permanentes", pensé en que si una persona era tan impactante en mi vida no permitiría que se fuera pero las personas son como pajaritos, debemos dejar que sean libres, si quieren estar con nosotros lo estarán sin necesidad de amarrarlos y si no se irán y algunas veces se van porque nos aman demasiado que saben cuando dejarnos a pesar de que duelan. 

Y así es como inicia nuestra historia, es real cuando te dicen que los mejores momentos te pasan en el día más inesperado y cuando ya ni si quiera piensas en eso.

Hoy es un día común y corriente como todos los demás en mi maldita vida, vale, que tal vez estoy un poco harta del estilo de vida que llevo y que al parecer no me siento bien conmigo misma, básicamente sí, pero realmente no, ha habido tantas decepciones en mi vida que tan solo odio la existencia misma, el hecho de que haya habido tantos corazones rotos que tuve que sanarlos a fuerzas y a solas en silencio, tomé la fabulosa decisión de no interesarme en nadie más, pero como siempre existe esa persona excepción que llega y sientes lo que has estado evitando por meses, yo se desde cuando he estado evitando tal sentimiento.

Desde el día que me fui de fiesta en Halloween, en la famosa ciudad de Whistler, Canadá, y pues mala idea tomar alcohol si ya te batearon una vez y esa persona está ahí porque todo termina en un total desastre pero de esos que hasta video tienen los malditos. 

En conclusión terminé llorando en los brazos de mi mejor amigo, mis papás me vieron borracha y llorando y me dieron el castigo de mi vida, ese tipo de golpes te da la vida para que no te enamores o no te descubran tus papás.

Bueno pues perdí casi toda mi dignidad ahí, cambié como persona, no fue un cambio bueno, fue malo, porque fui la peor persona que te podías encontrar, es de esas veces que odias a todo el mundo pero les haces parecer que en realidad te caen bien, como sea, era una adolescente descontrolada, con muchos problemas familiares, que le valía su vida y la de los demás, lo bueno de todo eso es que esa adolescente solo se concentraba en ella y fue lo mejor de todo el mundo porque pasó de no tener autoestima a tener bastante y cuando uno recupera las cosas que perdió por estar a disposición de alguien más es lo mejor. 

Volvamos al punto, ese día acababa de iniciar el semestre en la preparatoria, que muchos pensaban que era lo mejor del mundo pero estar ahí es el verdadero infierno. Recuerdo muy bien que eran los últimos días de enero y vi a ese chico Cody, ya lo había visto antes en otras clases durante toda la preparatoria pero en específico ese día me fijé en el y vi que jugaba muy bien basquetbol y pensé "tengo que conocerlo" con ese sentimiento de querer acercarme, sentir interés sin saber el motivo, si solo era un chico más en una escuela de 1000 estudiantes