Three

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Unas semanas después y algunas llamadas al celular de Millie, Sadie y ella se reunían y tenían sexo casual y desenfrenado. Le había tomado algunos días y mucha fuerza de voluntad a Sadie, decía que jamás la llamaría o haría algo con ese número, realmente imaginó que Millie llamaría primero…en fin, termino llamando un día cerca de la medianoche y minutos después Millie estaba en su cama.

Experimentó un poco de culpa al principio, luego, las llamadas y mensajes insinuantes de Millie se hicieron diarios y Sadie dejo de fingir que no le gustaba recibir las fotos que Millie enviaba…esa clase de fotos. Ya ni siquiera podía masturbarse sin que Millie apareciera en su cabeza.

Estaba malditamente bien, empezaron a verse bastante seguido. Sadie debió hacer eso desde el principio, pensó, era fantástico y Millie no la acosaba en el trabajo, solo bastaban unas llamadas o mensajes para tener lo que quería y amaba recibir esas jodidas fotos. Todos ganaban.

—¿Quieres cenar?—dijo Sadie, habían tenido sexo hace unos minutos y ambas estaban entre las sábanas fumando el mismo cigarrillo.

—¿Me estás invitado a cenar?—Millie rió con una ceja alzada, se acurrucaba al cuerpo desnudo de Sadie y besaba su cuello o decía algunas cosas en su oído, muchas veces lograba que tuviera otra erección.

—Te estoy invitando a que saques tu culo de mi cama y me hagas de cenar…y en el caso de que no sepas cocinar, te estoy invitando a que saques tu culo de mi cama y te vayas de mi casa—bromeó inhalando humo.

Millie rió sonoramente, quitó el cigarrillo de la mano de Sadie y fumo con ella.

—No puedo creer que me guste tanto esa parte de tu que me trata como una mierda—soltó el humo.

Ese plan era perfecto para Sadie, aunque no podía evitar sentirse, a veces, un poco corrupto o moralmente una mierda. Y Millie solo quería sexo ¿no? No tenía nada de malo dárselo…trataba de convencerse de eso.

Aún no se atrevía a llevar a la castaña a un hotel, todavía era menor de edad…así que la casa de Sadie era su punto de encuentro, a veces Millie veía más fotos de Sadie o miraba su televisión, solía quedarse hasta altas horas de la noche en su casa y Sadie solamente podía fruncir el ceño y decirle, sarcásticamente, si paria la noche ahí, ella respondía que a menos que dijiera lo contrario, sí, pasaría la noche ahí. Sadie rodaba los ojos y me decís que sus padres se preocuparían y llamarían a la policía, que era ella.

Sadie patrullaba por la zona con mucha calma, tenía su uniforme de policía planchado, unos lentes de sol y un cigarrillo en su mano. Hacia unos días que no se veía con Millie, solo había recibido algunos mensajes de su parte. Estaba aburrida, casi nunca tenía la oportunidad de hacer algo entretenido en el trabajo.

Millie caminaba por la calle con sus manos dentro de los bolsillos de su chaqueta, también estaba aburrida y ciertamente un poco fastidiada. Se cruzó con la patrulla de Sadie sin querer, no se dió cuenta hasta que escucho la sirena del auto.

Millie estaba ahí, caminando tranquilamente por la cera con una expresión neutra en su rostro, Sadie la vio y una sonrisa divertida se vio en sus labios. Encendió la sirena para llamar su atención y se orillo a su lado. Pudo escuchar el pequeño "¿Sadie?" que salió de sus labios.

La mayor bajo del auto aún sonriendo divertida y camino hacia Millie.

—Lo siento señorita, tendre que arrestarla, esa camisa es robada—bromeó y se quitó los lentes.

Millie seguía teniendo la camisa de Sadie, nunca se la había devuelto, se seguía viendo jodidamente sexy con ella, además de que le quedaba ligeramente grande así que era fácil quitársela. Siempre iba con sus jeans ajustados y su sonrisa ladeada.

RIOT VAN ; Sillie G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora