Two

481 20 11
                                    

Sadie bajaba de mala gana de la patrulla, tenía unas esposas en su mano izquierda y una porra en la derecha. Su ceño estaba terrorificamente fruncido y azotó la puerta del auto.

Lo primero que vio al entrar a la pequeña tienda de abasto fue a Millie sentada sobre el mostrador hablando con el encargado de la tienda. Pobre hombre, pensó Sadie, pero sintió más pena por si misma.

—¡Sadie!—Millie grito en cuanto la vio, aventó todas las cosas del mostrador.—¡Al fin llegas! Ya quería verte, mi amor.

Sadie y el anciano detrás de la caja registradora hicieron una mueca al mismo tiempo, la castaña bajo de un salto de dónde estaba y fingió emoción.

Esa había sido la rutina de Sadie los últimos cinco días, en cuanto escucho que alguien estaba perturbando la paz en esa zona ya sabía de quién se trataba, bufo y dijo que ella se haría cargo, eso había estado haciendo esos días.

Ya sabía la costumbre, Millie llegaba a cualquier tienda y decía algo como "llamé a la policía, tengo una cita importante" y perturbaba el orden hasta que se hartaban de ella y llamaban a la policía. Sadie tenía la suerte de siempre estar por ahí cuando pasaba y era lo mejor, no sabía que sería capaz de hacer Millie si no llegaba quien ella quería.

Entonces, Sadie la arrestaba y se repetía el proceso los demás días.

Sadie se fue acercando a ella apretando con fuerza las cosas en sus manos. Millie sonrió más grande y más burlonamente, eso sacaba de quicio a la mayor. Trato de abrazar a Sadie —como siempre intentaba—, ella la ignoro y la miro con dureza. Tomo sus manos con firmeza y la puso contra el mostrador para esposarla. Millie siempre se aprovechaba de eso.

—Oh, ¿estamos agresivas como la otra noche?—Arrastro las palabras con cinismos, pego su trasero a la entrepierna de Sadie y lo movió, Sadie hizo una mueca y apretó más las esposas de Millie, quien se quejo—¡Ouch! Eso duele, apenas se estaban quitando las marcas que hiciste en mis muñecas.

Millie también hacia esas cosas, además de molestar a más personas en la tienda, hacia ese espectáculo. Sadie lamentaba que las personas tuvieran que ver eso, afortunadamente la tienda estaba vacía.

—¿No rompió nada?—Pregunto Sadie al anciano encargado de la tienda, que miraba la escena bocabierto, el negó lentamente con la cabeza.

Sadie incorporo a Millie y la tomo de sus muñecas esposadas, la empujó fuera de la tienda ella solo reía y hacia comentarios indecentes hacia Sadie. Ella la arrojo, sin importarle cuánta fuerza usará en el asiento trasero de la patrulla, cerro la puerta con fuerza y se fue a su lugar, el asiento del copiloto.

Sadie empezó a conducir de mala gana, seguía con el ceño fruncido. Millie golpeaba la ventanilla que conectaba la parte de atrás del auto con la de adelante.

—¡Sadie! Mierda, sabes que odio que me metas aqui, desde aquí no te puedo tocar—hizo un puchero—Quítame esto y sácame de aquí...bueno, no me tienes que quitar las esposas si no quieres—Sonrio coqueta, la mayor no estaba de humor para eso—Pero déjame ir junto a ti.

—Cállate—Pidio Sadie tratando de no desesperarse.

—Yo solo quiero verte, bebé—respondió burlona, volvió hacer puchero y siguió golpeando la ventanilla.

Sadie ya no soportaba más eso, lo peor, sin duda, era que no podía hacer nada. Tenía que aguantas hasta que a Millie se le pasará el capricho de molestarla o tendría que encontrar otra forma de solucionarlo.

—Te he arrestado cinco veces esta semana, Millie—Rompió el silencio, ya no perdía su tiempo diciéndole sus derechos a la menor, ella no los tomaba—Te he arrestado todos los días hasta ahora, ¿sabes lo que es eso? ¿Sabes que puede arruinar tu vida?

RIOT VAN ; Sillie G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora