𝓒𝓪𝔃𝓪𝓭𝓸𝓻𝓮𝓼

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Narra Yuichiro:

Al bajar me dijeron que Muichiro había muerto...pero sé que no es cierto, todos en este pueblo son unos malditos mentirosos y se que tienen a Muichiro en alguna parte, ¡Más les vale no hacerle nada!

Sé que Muichiro, desde que Amane empezó a venir a casa, quiso hacerse un cazador de demonios pero yo le negué su sueño...ahora yo mismo aprenderé todo, ¡me volveré un cazador y pronto el pilar más fuerte para encontrar a Muichiro y que él también sea un cazador y así lo podré proteger!

Cuando en la tarde siguiente llegó Amane le conté lo que ocurrió y también mi plan, ella aceptó gustosa a ser parte de ello y me dijo que me fuera con ella, que en unos días tendría a mi maestro y mi entrenamiento comenzaría, y así pasó. Convocaron una reunión de pilares para que fuera entrenado por los mejores de los mejores, allí me hicieron elegir a mi maestro y elegí un tal Shinazukawa, realmente solo lo escogí porque lucía fuerte y parecía tener un carácter firme, lo que necesitaba para ser uno de los mejores cuanto antes y eso mismo sucedió.

Dos años han pasado...ya tengo el nivel suficiente así que hoy mismo pasaré de ser un kinoe a un hashira y te comenzaré a buscar sin miedo a qué o quién me encuentre en mi camino, te prometo Muichiro, que te encontraré y te traeré de vuelta conmigo para que tengas la vida más alegre y cómoda de toda la historia de la humanidad.


Narra Muichiro:

Ya son dos años que no sé absolutamente nada de Yui...lo extraño...extraño que me regañe, que me grite, que me odie... extraño pasar tiempo con mi hermano, no me importa cómo...solo quiero volver con él y eso haré, llevo casi dos meses preparando esto; en la noche diré que me voy a cazar(algo ya común en mi día a día) por lo que no creo que sospechen, después, correré tanto como mi cuerpo me lo permita para que Muzan no sepa donde estoy y las lunas tampoco.  Una vez hecho eso buscare a Yui, si algo sale mal me costará muchas torturas de parte de Muzan y las lunas o en el caso en el que esté enfadado me costará la vida, no quiero pensar en ello pero es la realidad así que tendré que hacerlo todo perfectamente para escapar y reencontrarme con mi hermano por fin... 

Llegó la hora, ya salí a "cazar" y no parecían sospechar nada, perfecto, mientras me alejo, debo asesinar a varias personas por si Muzan me está vigilando pero algo que él no sabe es que un día cualquiera encontré la mansión Ubuyashiki y también descubrí mi completa tolerancia hacia las glicinas y la luz solar, es algo totalmente magnifico y que me costó ocultar ya que antes de saberlo me alejaba de cualquier rayo de luz solar y ahora que se que no me harán nada, no debo temerles. Debo temer a Muzan ya que si se entera de mis secretitos me absorberá y eso es lo que menos quiero.

Me encuentro realmente cerca de la sede de los cazadores y no siento que Muzan me vigile, algo que es muy bueno, ya que una vez me adentre en las glicinas no podrá saber si quiera donde estoy como con los demonios de la selección final, si él supiera donde se encuentran los mataría a todos para que no haya nuevos cazadores. Recuerdo que Amane-San era la esposa del patrón y si tal vez le cuente lo que me ocurrió entienda y me lleve donde está Yui, ya que sé que no está en la casa, a estas alturas ya tendrá un trabajo mejor que vender leña.


Narrador omnisciente:

Muichiro se acercaba a la mansión una vez dentro de los círculos de glicinas, ya era de día lo que causaba temor en las lunas de ya no poder salir en su búsqueda. El ya no pequeño demonio espiaba la reunión de pilares allí, se esperaba todo menos eso ya que si notaban su presencia lo aniquilarían sin darle oportunidad a hablar, o eso pensaba él.

Kagaya: Hijos míos, me complace presentaros a vuestro nuevo compañero pilar, Yuichiro Tokito, pilar de la niebla...

El demonio no escuchó más, se escondió tras un árbol del lugar intentando no llorar lo cual causó que no viera por donde caminara y hiciera un pequeño ruido el cual fue escuchado por el llamativo y extravagante pilar del sonido, Uzui Tengen.

Uzui: Disculpe mi intromisión patrón pero escuché un ruido atrás, ¿Puedo ir a ver de que se trata?

Kagaya: Claro hijo mío.

En cuestión de segundos Uzui y Muichiro estaban a tan solo 15 metros, el mayor estaba empuñando sus espadas mientras el menor del lugar le rogaba a Buda por su vida haciendo su mayor esfuerzo por no emitir ningún sonido como un sollozo.

En ese momento la reunión finalizó dejando que los pilares hablaran con el nuevo pilar pero ese era un objetivo secundario, ya que el principal objetivo fue ver de que se trataba el sonido que únicamente logró oír Uzui y a los demás les causó una gran curiosidad, por lo que se levantaron y se fueron hacia donde se encaminaba el hombre de aspecto inusual.

Muichiro al escuchar los pasos de nueve personas hacia donde se encontraba lo atemorizó pero lo que lo rompió fue saber que a él se encaminaban los nueve pilares y, entre ellos, su hermano mayor con el único propósito de asesinarlo en cuanto lo vieran, lo que lo hizo llorar, ya no intentaba no hacer ruido ni ser cuidadoso ya que lo habían oído y sabían su posición además que no tenía oportunidad de escapar así que solo se encogió en posición fetal y lloró rogándole a Buda por su vida. Algo que no se esperaba fue que Yuichiro reconoció su llanto y su voz por lo que se acercó corriendo mientras los demás solo se quedaron petrificados al oír un demonio llorar y rogarle a los dioses.

Yuichiro lo vio y ni dos segundos pasaron cuando lo estaba abrazando con toda la fuerza de las muchas emociones que sentía en ese momento, le acariciaba la cabeza con sumo cuidado, todo el que no tuvo esa misma noche con sus palabras, las cuales resonaban con una alta intensidad en las cabezas de ambos hermanos, la culpa lo había estado matando por dentro al pensar que le había ocasionado la muerte a su propio hermano pero eso ya no lo sentiría más, pero sentiría toda la culpa de haber hecho que se transformara en un demonio.

Yuichiro: ¡Gracias a Buda!, ¡estás bien!, ¡lo siento muchísimo Mui!, ¡nunca te quise decir esas atrocidades, por favor te ruego que me perdones!

El nombrado al escuchar las disculpas y suplicas por su perdón solo pudo abrazarlo y seguir llorando pero esta vez en su hombro, ya no lloraba por miedo, lloraba de alegría por saber que su hermano estaba bien, que su hermano aun lo quería, que no fueron intencionales todas las cosas que le dijo, pero ahora era su turno de confesar todo lo que había hecho y lo que había sufrido frente a su hermano y al resto de pilares, asumiendo que le cortarían la cabeza cuando lo dijera, pero debía hacerlo para que su hermano lo quisiera o lo odiara pero sabiéndolo todo.

𝒫𝓇𝑜𝓂𝑒𝓉𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝓋𝑜𝓁𝓋𝑒𝓇é 𝒸𝑜𝓃𝓉𝒾𝑔𝑜 𝑀𝓊𝒾𝒸𝒽𝒾𝓇𝑜....« ⋅ʚ♡ɞ⋅ »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora