𝒫𝓇𝑜𝓂𝑒𝓉𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝓋𝑜𝓁𝓋𝑒𝓇é 𝒸𝑜𝓃𝓉𝒾𝑔𝑜 𝑀𝓊𝒾𝒸𝒽𝒾𝓇𝑜....« ⋅ʚ♡ɞ⋅ »

𝓒𝓸𝓷𝓯𝓮𝓼𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼 𝔂 . . .

Muichiro: Yui. . .

El menor creía estar ya listo para ser la decepción de su hermano y para ser asesinado por los que se encontraban allí y eran ajenos a todo aquello.

Yuichiro: ¿Si? ¿Qué te ocurre? ¿Te duele algo?

Muichiro: Lo siento. . .Enserio lo siento por esto. . .No quería morir y te quería volver a ver. . . De verdad lo siento muchísimo. . .

Yuichiro: ¿A que te refieres? Se mas específico o no te podré entender. . .Íntentalo ¿si?

Muichiro: Es por esto. . .pero no quiero que me odies, no otra vez. . .por favor. . .

Yuichiro: Yo- Muichiro no digas eso, si, te odiaba y no voy a buscar una excusa estúpida para cubrirlo pero sabes que teníamos once años y ninguno era consciente de nada, yo ahora no soy capaz de odiarte, dime lo  que me tengas que decir, soy tu hermano y por ende te voy a cuidar, querer y proteger, al menos desde ahora.

El menor de todos alzó levemente la cabeza, mostrando solo lo necesario para que su hermano viera sus ojos y lo marcado en ellos. . . 

"Séptima superior"

En los ojos del gemelo mayor ahora se podía distinguir sorpresa, miedo, tristeza y . . . Odio, también asco, y repulsión, todo tipo de sentimiento negativo se le distinguía en la cara, Muichiro lo supo desde que vio que su hermano sabía de la existencia de demonios y además era un cazador, aunque no cualquier cazador, un pilar. Sus manos comenzaron a temblar, seguidas de los brazos y todo su cuerpo, podía sentir como sus ojos se humedecían de manera exagerada, su labio inferior tiritaba de miedo. No alcanzó a hacer otra cosa que, antes de nada, separarse de su hermano, después agachar su cabeza apartando su pelo dejándolo caer por sus hombros e inclinarse hacia delante, apretando con fuerza la tela de su ropa, temblando y haciendo su mayor esfuerzo por no llorar, no quería verse vulnerable frente a su querido hermano, no ahora.

Muichiro: . . . ¿P-puedes hacerme un único favor. . ?

No alcanzó a hacer esa frase sin antes soltar un pequeño sollozo, su voz era quebradiza, se notaba que quería llorar, solo lo aguantaba.

Yuichiro: Depende de cual sea ese "favor".

Dijo en respuesta el mayor de los gemelos levantandose y agarrando el puño de su katana listo por si atacaba.

Muichiro: Si debo morir por ser un monstruo. . . quiero que sea mi hermano quien me castigue, por favor. . . córtame la cabeza. . . por haberte decepcionado y por traer la deshonra a nuestro apellido, quiero que me asesines tú, porfavor. . .

Tras decir eso se agachó, dejando sus manos en el suelo y reposando sobre estas su cabeza lagrimeando y mojando el suelo bajo él, tomando la pose que se usaba para rogarle a su Dios Buda.

Muichiro: Por favor. . . te lo ruego, hace unos años hacías cosas que no se quedaban lejos de esto, así que por favor, te suplico que seas tú quien acabe con esto, hoy, ahora mismo.

Yuichiro: Acabar, ¿Con qué? Exactamente, Tokito Muichiro.

Muichiro: Acabar con todo, que dejes de odiarme, que dejes de mirarme con desprecio y asco, que deje de ser la marioneta de las lunas y él. . . ya no quiero ser la razón por la que sientas asco de ser un Tokito. . . quiero que tú, ahora, me mates.

Los pilares ya habían abandonado el lugar, Yuichiro parecía alguien de carácter fuerte y un demonio cualquiera no era nada para el.

Lo primero que sintió el menor fue el helado filo de la katana de su hermano, inconscientemente sonrió, al fin su hermano, tras ahora doce años de rogarle durante semanas solo para que le hiciera un favorcito de nada, hoy solo con pedírselo así, lo logro, consiguió que su hermano colocara su espada en su cuello, solo necesitaba hacer algo de presión y todo terminaría ahí, no más dolor, no más ser la decepcion de su hermano, no más ser la marioneta de nadie, no más nada, solo un descanso eterno en el infierno.