El Día a Día

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(Este capítulo y el siguiente serán más de desarrollo de personajes, ya que siento que no he hecho mucho durante la historia. Comentad y votad si os está gustando :))

Al día siguiente de su enfrentamiento con la Liga de la Justicia, Anakin despertó como siempre en su habitación de hotel. Luke le había dicho que iba a investigar por su cuenta, y Rex y Ahsoka se levantaron temprano para buscar a Maul ellos, por lo que a Anakin le quedaba la tarea de quedarse con las quintillizas y cuidar de ellas.

Un tiempo atrás, antes de todo esto, cuidar de unas adolescentes solo le habrían producido tedio, pero ahora no se sentía así, de hecho le agradaba bastante la idea. Él estaba muy cansado por emplear la parálisis de la Fuerza, por lo que había dormido como un tronco, y eran casi las diez de la mañana, mucho más tarde que de costumbre.

Anakin: Bueno, me cambiaré e iré a verlas. Hoy es sábado, supongo que no tendrán nada que hacer...

Dicho y hecho, Anakin se puso su ropa de Jedi como siempre, recogió la habitación en un santiamén y abrió la ventana de la habitación. Tras cerrar la habitación con llave, dobló sus piernas y saltó con potencia por la ventana con cuidado de no golpearse. Estaba algo exhausto por la última semana de intensidad con los entrenamientos y con este último combate, por lo que su potencia no fue suficiente, y ese salto de Fuerza solo le catapultó hasta un edificio cercano a las quintillizas.

El resto del camino lo hizo corriendo y con saltos más flojos, ya que su condición física seguía siendo prácticamente perfecta en todos los aspectos. Finalmente, llegó al balcón de las quintillizas, después de otro gran salto hasta el piso número 30. Le dio un susto de muerte a Ichika, que estaba asomada por el balcón.

Ichika (llevándose la mano al pecho): ¡Skywalker-kun, dios mío, casi me da algo!

Anakin (rascándose avergonzado la nuca): Perdona, debí haber llamado. Es que no tengo nada que hacer, y hoy quería estar más tranquilo. Además, los otros ya están haciendo algo, por lo que me toca a mi protegeros. No os importa, ¿no?

Ichika, ya recuperada, sonrió y se aferró a su brazo, restregándolo involuntariamente por su abultado pecho, sonrojando a Anakin de los nervios.

Anakin: Ehm, Ichika...

Ichika: ¿Sucede algo?

Anakin señaló tímidamente a su brazo entre sus pechos, e Ichika sonrió traviesa.

Ichika: ¿Acaso estás pensando en algo así, Skywalker-kun? ¿Qué diría la orden Jedi si te viera pensando en los pechos de una joven tan preciosa como yo?

Anakin (nervioso): No lo sé, ¿pero podrías quitarlos, porfa?

Ichika negó con la cabeza divertida, acercando más aún su brazo. Anakin suspiró sonrojado y con cierta incomodidad entró en la casa, con Ichika pegada a él. Ella andaba con los ojos cerrados y una sonrisita, dejándose llevar por el fuerte chico. Al entrar, las cuatro restantes, se quedaron paralizadas al ver a Anakin allí.

Todas: ¡¿Anakin-kun?!

Anakin: Hola, perdón por la interrupción... -incómodo.

Ichika le miró de reojo y sonrió al ver que siempre evitaba mirar sus pechos.

Ichika: Skywalker-kun, no tienes que ser tan puro, puedes mirar si quieres.

Anakin tragó saliva y se puso firme mirando hacia el techo.

Anakin: ¡N-no es necesario, gracias!

Sin darse cuenta de ello, la pareja recibía miradas de celos por parte de Miku e Itsuki.

Star Wars x Gotoubun no HanayomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora