La esposa virgen (Pausada)

La boda

La Mansión Haruno se encontraba en un caos, el ajetreó de personas corriendo de un lado a otro, en los extensos jardines de la mansión eran inevitables, pues la familia se preparaba para "La Gran boda" La menor de esta familia estaba por contraer nupcias, al ser la princesa de la familia era inevitable que la familia festejara en grande. El Jardín relucía, grandes arreglos florales acompañaba el bello jardín, rosas blancas y orquídeas Phalaenopsis Blancas decoraban el jardín. Como toda boda de jardín contaba con las mesas redondas, manteles de tela fina que estaban siendo decorados por los organizadores, pérgolas se instalaban en ciertos puntos del jardín, mientras sus trabajadores colocaban farolillos para dar una espectacular escena de noche, típico en una boda.

Si hay algo que no podía faltar en una boda era el altar improvisado para una boda de jardín, lo más curioso era que el altar era el espacio más sencillo de todos los lujosos que se le estaba dando al jardín. Una cruz y unas cuantas flores era lo único que adornaba el altar.

El chef y sus cocineros daban los preparativos para la cena de esta noche.

Hoy a las 7:00 pm, Sakura Haruno contraería nupcias con el amor de su vida, Naruto Namikaze.

Sakura ya no es una niña, floreció como los cerezos, ahora es una mujer joven, a sus 20 años estaba por cumplir su sueño anhelado. Ser la esposa de su amado Naruto-kun, se encontraba realmente feliz.

Sakura no dejaba de temblar, sus labios carnosos y finos estaban pálidos, debido a la resequedad en ellos. En sus bellos orbes se notaba un cansancio, cansancio provocado por una noche sin dormir. Sakura no pudo dormir, los nervios le ganaron, saber que estaba a unas horas de casarse con el hombre de su vida la hacía realmente feliz y nerviosa a la vez.

-Se puede- una voz que conocía muy bien la alerto y saco de sus pensamientos.

-¡Puerca me asustaste!- Sakura se tocó el pecho, suspirando aliviada.

-Estas muy concentrada frentona, ¿acaso ya no te quieres casar? -Ino le sonreía con malicia, pero una malicia fingida y a la vez burlona.

-¡Eso nunca! Naruto es el amor de mi vida, casarme con él fue siempre el sueño de mi vida- Sakura se sonrojaba y ocultaba su rostro, debido a la pena que le daba expresarse de su gran amor al rubio.

-Solo bromeo haruno, que sensible....- Ino camino hacia su cama y se sentó al lado de la pelirosa.

Saku hay un escándalo afuera, la prensa esta terca a entrar, solo quieren beneficiarse con la boda. -Ino resoplo molesta.

Sakura se acercó al gran ventanal de su habitación, miro hacia afuera y suspiro- no te preocupes, Tío Oroshimaru soluciono todo, la casa está muy asegurada. ÉL Tiene buenos contactos, con verdaderos reporteros que respetan su vida privada. Además.... -Sakura hizo una pausa, pensativa por un momento, tratando de meditar sus palabras.- Sabes que a Naruto-kun no le gusta que su vida sea pública, él se mantiene en el anonimato.

-Entiendo, pero está por casar con Sakura Haruno, sobrina de un gran diseñador lleno de polémica en su vida ¿Entiendes?- Ino le recordó ese pequeño detalle.

-Tenías que recordármelo, lo sé. Sé que ellos quieren aprovechar cualquier momento importante de la familia para tener noticias y chismes para su público- Sakura hizo una mueca de enfado.

Ino comprendía a su amiga, su tío es un hombre muy famoso con una vida llena de Controversia y polémica. Solo por su sexualidad, considerado por algunos de la sociedad un Tabú. -Sakura dejemos eso aún lado, hoy es tu día ¿No? Tu sueño se hace realidad.- Ino se levantó y camino hacia Sakura, tomo sus manos y dedico una mirada tierna, tratando de enmendar el mal rato de Sakura y la prensa.