Mi primer amor, mi primer decepción.

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Las 2:00 am. Era de madrugada, las calles se encontraban absolutamente solas, las nubes cubrían el cielo evitando la luminosidad de la luna, el viento soplaba con fuerza y en las calles el silencio era lo único que acompañaba a un hombre rubio y a su esposa pelirroja.

La mujer cabeceaba de sueño que tenía, no estaba acostumbrada a pasar noches sin dormir, el frío le calaba hasta los huesos, por más que evitaba las ventiscas de frío era inevitable no sentirlo. Estaba cubierta con una frazada tratando de calentarse. Observaba a su esposo que se encontraba fuera del Auto y se preguntaba: ¿por qué su esposo no tenía frío?.

Minato y kushina esperaban a su hijo frente a su casa.

Minato se encontraba fuera del auto recargado sobre un árbol, sus manos cruzadas y su ceño levemente fruncido, su rostro reflejaba una profunda molestia. El enojo hacia que el frío no le afectara en lo más mínimo.

Kushina decidió bajar del auto sin antes no cubrirse lo mejor posible del frío.- Minato ya es muy tarde, él no llegará..

-¡Cállate! - La fulmino con la mirada- ¡Mimaste mucho a Naruto, es un hijo malcriado, me decepciona!

Kushina se sorprendió, arrugó la frente en señal de evidente enojo-No te permito que me hables de esa manera, a Naruto le di una buena educación, él está siguiendo lo que quiere, es tu culpa que esté pasando esto, por no dejarlo ser feliz con la persona que él ama! - Kushina se defendía, no permitiría que su esposo la culpara de todo, con un gran dolor y molestia tenía que hacerle ver que estaba mal.

-Ahg! ¡Lo que me faltaba, mi esposa contradiciendome!- Minato fue interrumpido por los ladridos de algunos perros, volteo hacia la esquina de la calle y divisó luces de un Auto alquiler que se estaciono frente a la puerta de la casa de su hijo.

-No te entrometas y espera aquí- advirtió a su esposa y camino hacia la casa de su hijo. Mientras kushina se sentía molesta, cada vez su esposo es insoportable.

Naruto Pagaba al chofer del Auto alquiler, este se marchó en cuanto recibió su paga. Naruto dio unos pasos y ya frente a la puerta de su casa Suspiro tenso ¿Qué le diría a su esposa? No tenía ni idea de que decirle, trato de idear un argumento, pero nada lo convencía. Salió de su pensamiento al sentir la presencia de una persona.

-¿Ahora me espías?- Naruto ladeo el rostro para toparse con los orbes de su mentor.

-¿Dónde estuviste?- La pregunta fue hecha en un tono muy duro y exigente.

-Naruto alzó la ceja y sonrió altanero- ¿En verdad quieres saber dónde estaba? Mira que la respuesta no puede ser de tu agrado.

Tras la reciente respuesta la tensión se hizo presente y con ella un silencio profundo. Las ventiscas friolentas se impactaban con suavidad el rostro de ambos rubios.

Minato afilo la mirada. - Entiendo..

-Si es lo único que dirás, no tengo tiempo que perder-Naruto se disponía a entrar a su casa.

Minato jaló de él y lo tomó de los brazos con fuerza impactándolo contra el frío muro.

-¡Escúchame bien! Tus suegros salieron de viaje hace unas horas, ellos se fueron a Dubái a vivir por un año, tu esposa no pudo despedirse de ellos por tu culpa! ¡Nunca imagine tener un hijo tan egoísta! - Minato Sostenía con fuerza a su hijo

Naruto abrió los ojos sorprendido, de nuevo la culpa lo invadió. Ante su padre puede ser altanero, cínico, burlón, pero con Sakura... Ella no tenía la culpa de nada.

-Kushina y yo te cubrimos, Sakura cree que estabas con Shikamaru, no eches a perder todo, estas ya casado, olvídate de esa pobretona, el matrimonio no es un juego.

La esposa virgen (Pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora