Hoyuelos

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Los humanos tenemos necesidades básicas como comer,  dormir, un hogar, aceptación en un grupo social. Todo eso está bien, pero en mi pirámide de necesidades lo que está en la cima son los hoyuelos de Pete,  no hay nada, a parte de a él,  que yo ame más en el mundo,  siento que puedo hacer y superar lo que sea cada vez que Pete me sonríe y me da la oportunidad de observar sus hoyuelos,  este sentimiento es tan hermoso que no encuentro palabras para poder expresarlo.

Desde hace unos días he notado a Pete bastante tenso, por más que le pregunto solo dice que es porque le están dejando muchas tareas en sus clases, pero yo sé que es algo más,  quizá no es muy obvio el ligero cambio en su sonrisa, sin embargo yo que lo conozco mejor que nadie puedo decir que algo lo está molestando, pero  porque lo conozco bien también sé que por más que lo interrogue si él no quiere hablar del tema no me lo dirá.

Por mí naturaleza tranquila Pete y mi familia me quieren mantener en una burbuja protegido, nunca me quieren decir si están viviendo una situación incomoda, porque saben que yo intentaré solucionalo a mí manera, lo dejaría pasar y esperaría,  pero Pete me preocupa demasiado,  no puedo verlo así,  ya casi no me deja ver sus hoyuelos,  sea lo que sea que lo esté molestando yo voy a encargarme de eso por él. 

Mientras descubro que sucede decidí planear un día con Pete,  una misión para que se relaje.

- Cielo, ¿por qué estamos en un spa? A ti no te gustan estas cosas, pasar tanto tiempo con Kun ya te está afectando.  - me mira extrañado,  esto fue lo mejor que se me ocurrió. 

- Love, ya que no me dirás la razón por la que estás tan estresado, por lo menos déjame intentar hacer que te relajes, no tienes que hacer nada,  solo déjate llevar. - Pete me mira y puede ver que sigue dudando.

- No lo sé,  la última vez que me dijiste algo así terminamos en Colombia sin saber a donde ir porque ninguno de los dos sabe español. Nunca voy a superar el incidente del baño. -dice en tono divertido, mientras se ríe.

Por lo menos se está riendo, aunque sea por recordar lo más vergonzoso  que me ha pasado en la vida, nunca dejará de recordarme el mejor y el peor viaje de que he hecho.

-Ya te dije que Columbus y Colombia son muy parecidos. Los del aerolínea fueron los que se confundieron- Pete siempre sabe como molestarme, pero lo dejaré pasar porque hoy es su día para rajarse. So annoying.

Aunque lo quiera negar estos lugares le gustan mucho,  puedo ver lo feliz que llega a casa luego de pasar una tarde de spa, como a  Kun le gusta decirle, con sus amigos. 

Pete puede parecer una persona dura por su actitud,  cuando llegan a conocerlo las personas lo toman como alguien grosero pero no es así,  es solo que no le gusta la gente que toma mucha confianza,  con las personas que él se siente cómoda es la persona más dulce y amorosa que he conocido, sé que no soy el único que ama a Pete en nuestro grupo de amigos. 

Preparé todo para que nos atendieran lo mejor posible,  hay cosas que el dinero no puede comprar y para todo lo demás existe la tarjeta negra que me dio mi padre.

Al parecer Pete disfrutó todas la atenciones y se veía mucho más relajado, algo que cambió drasticamente su humor fue que una señora trajo un jarrón lleno de chocolate derretido o eso fue lo que pensé hasta el momento que tomé un poco y me lo llevé a la boca, resulta que era lodo para una mascarilla. Pete no paró de reír por más de media hora ya que cada vez que paraba miraba mi cara y volvía a recordarlo.

Me alegra que mi torpeza haga feliz a mi amado, su felicidades mi felicidad. Luego de un masaje para cerrar el día de spa nos dirigimos a nuestra casa.

Al entrar al apartamento Pete no me dejó cerrar bien y ya se encontraba acorraladome contra la puerta mientras me besaba,  fue un beso profundo, solo nos separamos cuando nos faltaba el aire. 

- ¿Así me das las gracias? - digo en tono burlón.

-No sabes lo mucho que necesita pasar tiempo así contigo.  - me besa levemente.

Cuando dirijo mi vista a su hermoso rostro me quedo sin habla. Pete siempre se ve hermoso ante mis ojos, pero al tener días sin ver esa amplia sonrisa me tomó desprevenido. Me estaba mirando con tanto amor y devoción que no pude evitar volver a besarlo, está vez por menos tiempo. Me separé lentamente del beso y ahí estaban esos hoyuelos que me vuelven loco.

- Te amo tanto,  love. - susurro con mi frente pegada a la de él.  - Mucho mucho mucho.

Pete comenzó a soltar pequeñas risitas mientras yo besaba sus hoyuelos una y otra ves, sus risitas se convirtieron en carcajadas y pensé que en ese momento mi corazón explotaría de tanto amor. 

- Cielo, me haces cosquillas - dice mientras sigue riendo,  no me detengo y empiezo a dejar besos en todo su rostro hasta llegar a sus labios y dar más besitos ahí.  - Te amo, Vegas.

Podría pasar todas las tardes de mi vida con Pete así,  solo los dos demostrando lo mucho que nos armamos. 




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⏰ Última actualización: Dec 20, 2022 ⏰

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