First Kiss

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Me encontraba sentada en una pequeña banca dibujando el hermoso paisaje que tenia ante mis ojos, muchas veces me he preguntado a mi misma ¿Qué es lo que deseo en esta vida?, desde pequeña siempre me he mantenido alejada de las demás personas, si me considero una persona muy antisocial. Por esta razón dibujo porque siento que es la única forma en que puedo ser yo misma y expresarme sin sentir ningún miedo a lo que lleguen a decirme las demás personas.

Cuando estaba a punto de terminar mi dibujo unas gotas de agua comenzaron a caer desde el cielo. Me sentí completamente frustrada, tome mis cosas y salí corriendo.

— Maldición, porque tuvo que empezar a llover en estos momentos solo me faltaba un poco más para terminarlo—me dije a mi misma mientras corría por las calles— jamás lo terminare a tiempo.

Divise una parada de buses y corrí hacia ella, deje mis cosas en las bancas y me senté, saque un pequeño pañuelo de mi bolsillo izquierdo y comencé a secarme el rostro. Estaba tan distraída secándome y maldiciendo la lluvia que no me percate de que no estaba sola.

— Maldiciendo la lluvia no conseguirás absolutamente nada eso te lo aseguro— dijo una voz masculina.

Alce mi mirada para encontrarme con unos ojos azules, un escalofrío recorrío todo mi ser en ese preciso instante. Aquel chico tenía una tez blanca como la nieve, un bien formado cuerpo y sus cabellos oros estaban despeinados haciéndolo ver como un chico completamente rebelde.

Su camisa estaba empapada, me mordí el labio inferior mientras sentía su mirada recorrerme.

— ¿Qué me vez?, acaso te gusto— solté esas palabras sin pensarlo y me arrepentí inmediatamente de lo que acababa de decir me sentía completamente extraña.

— ¿Disculpa?, nunca me interesarías tengo novia— dijo tranquilamente él mientras me miraba con arrogancia.

— Lo mismo digo— le grite fuertemente y lo empuje, tome rápidamente mis cosas y comencé a correr sin importar si estuviese o no lloviendo.

Corrí hasta mi casa, cuando llegue la sirvienta me abrió la puerta y pego un grito al verme toda  empapada. Por suerte mis padres se encontraban en sus respectivos trabajos. Subí las escaleras pesadamente y entre a mi habitación, me quite toda mi ropa y me seque con una toalla. Porque tuve que actuar desea manera delante de aquel chico desconocido y por que tuve que empujarlo no lo entiendo, yo no soy así.

— Odio la lluvia— susurre suavemente mientras posaba mi mirada en el dibujo que había hecho— es un asco esta todo mojado.

Suspire y me puse una ropa cómoda y me lance a mi suave cama, miraba el techo. Tengo millones de pensamientos en mi mente y no se porque me siento tan extraña...como si algo nuevo pasara, deje atrás mis tontos pensamientos al escuchar que alguien tocaba la puerta de la habitación, simplemente me limite a decir pase. En ese momento un chico de tez blanca, ojos verdes y cabellos rojos entro a mi habitación y se abalanzo sobre mi.

Yo pegue un fuerte grito.

— Estas loco Damen—le grite fuertemente y lo empuje a un lado de la cama.

— Vaya si la muñequita se encuentra enojada hoy— dijo Damen con su típico tono burlón.

— Si y el engreído hermano que tengo no deja de molestarme— le saque la lengua infantilmente y él se echo a reír.

— Tan tierna como siempre Melanie— dijo Damen riéndose a carcajadas por mi actitud tan infantil.

— Si gracias hermanito— le dije con una sonrisa sincera.

La única persona que me entiende es mi hermano, aunque lo veo muy pocas veces ya que él esta ocupado con su banda y muchas veces tiene practicas de fútbol y cuando estamos los dos en casa siempre nos contamos los problemas y lo que hemos hecho.

Digamos que es con la única persona con la que puedo ser yo misma, claro está que dibujando también me siento libre.

— Tienes que vestirte debemos ir a unas de esas aburridas fiestas de papá y mamá, pero esta vez el título de la fiesta es Máscaras— Damen puso una mueca de desagrado cuando dijo máscaras.

— Si, bueno entonces me vestiré, así que sal de mi habitación— le grite fuertemente mientras me levantaba de la cama y lo jalaba hacia la salida.

¿Máscaras?, una idea de mi madre, puse una mueca de fastidio, odio esas fiestas y sobre todo odio tener que estar rodeada de personas que no conozco ni me interesan.

Mire la hora cinco de la tarde, me metí al baño y abrí la llave, pegue un gritito ya que estaba fría el agua, cuando termine de bañarme, me puse mi ropa interior y luego me puse un vestido hasta las rodillas de color azul y unos zapatitos de bailarina del mismo color que el vestido, mire mi cabello rojo y me puse una pequeña tiara.

Después me maquille tenuemente y me mire en el espejo, mis ojos verdes eran lo  único que me gustaba de mi físico.

Mire nuevamente el reloj seis de la tarde, salí de mi habitación y me encontré a mi hermano vestido, me miro y me extendió su mano y yo la tome gustosa, bajamos las escaleras y cuando salimos de la casa afuera estaba el auto de mi hermano. Me abrió la puerta y me senté, mi hermano cerro la puerta de su auto y después dio una vuelta para ponerse en el asiento, puso rápidamente en marcha el auto.

— No te vas a poner tu máscara— pregunto Damen con su mirada fija en la carretera.

— Sabes que no me agradan este tipo de cosas— le dije lo mas tranquila posible.

— Lo sé, pero tenemos que hacer nuestro mejor esfuerzo hermanita— su voz no sonaba tan animada.

El trayecto fue corto y cuando llegamos mi hermano me abrió la puerta, pero antes de salir me puse mi máscara, Damen ya tenía la suya puesta, subimos las escaleras y unos hombres nos abrieron las majestuosas puertas, adentro todo era muy elegante las personas bailaban al compas de la suave música, las luces tenues, los diversos trajes de las mujeres, suspire este realmente no es mi mundo.

Mi hermano tuvo que alejarse de mi ya que un socio de mi padre lo llamo, yo por otra parte me senté lejos de todos.

— ¿Qué hace una bella dama tan sola?— dijo una voz masculina con un acento seductor.

Mire a la persona que estaba al frente mío y él extendió su mano hacia mi.

— No tiene que responderme si no desea, pero desearía bailar conmigo— me miro fijamente y una sensación conocida recorrio mi cuerpo.

Acepte sin saber porque y él me llevo hasta el centro de la pista y la música comenzó a sonar tan dulce y lenta. Bailábamos al compas de ella y mi corazón latía rápidamente.

Nos mirábamos fijamente a los ojos y yo seguía sus movimientos y él los míos.

Melanie, cálmate todo esto es tu imaginación, respire profundamente y cuando termino la música.

Aquel misterioso chico me robo mi primer beso y me guiño el ojo. Los colores se me subieron a la cabeza en ese instante.

¿Un desconocido me ha robado mi primer beso?, pero que es esto.

First KissDonde viven las historias. Descúbrelo ahora