Capítulo 6. [Te amo]

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Izuku salió a paso acelerado hacia el elevador para ir a su habitación, su rostro estaba rojo rojo como un tomate, hasta que antes de llegar al elevador se topó con el chico alto de lentes que buscaba por él.

- ¿Midoriya?

- Ah, I-Iida, hola - Dijo nervioso el peliverde tratando de no tener contacto visual con el mayor mientras su rostro colorado se desvanecía para dar paso a uno intranquilo.

- Estuve buscandote, ¿dónde estabas?, ya es algo tarde. - movía la mano rápidamente el de lentes.

- Amm, yo... ammm... - Izuku buscaba alguna cuartada coherente y creíble con desesperación - ¡Fu- Fui a caminar y ejercitarme!, jeje, si...

Iida le miró con sospecha pero le creyó.

- Bueno.

- jeje, si - Se le notaban ciertos nervios al menor verdoso pero quizás era porque recién llegaba de ejercitarse, quizás...

- Y...¿por qué vienes de aquél lado? - seguía algo insistente Iida

- ¡Escaleras!, para seguir ejercitándome, solo que ya me cansé y decidí usar el elevador desde aquí - finalizó con una pequeña risa nerviosa Izuku, ya no sabía que otra cosa decir, le estaba poniendo algo ansioso toda esta situación.

- Cierto, ¡me alegra que hagas acatividad física, Midoriya! - Felicitó el mayor de lentes nuevamente agitando su mano. -Es de suma importancia ejercitarse y dejar atrás el sedentarismo - Continuaba Iida a la vez que los dos se acercaban ya a las puertas del elevador.

- Si, lo mismo pienso - Trató de seguir la corriente el pecoso mientras poco a poco se tranquilizaba.

Ya dentro del elevador Izuku pulsó el botón para su piso y comenzó a hablar.

- Umm, Iida, ¿puedo saber para qué me buscabas?

- Recuerda que estas semanas estaremos estudiando para los examenes - Izuku abrió los ojos sorprendido porque ya lo había ligeramente olvidado - momo y yo nos queremos asegurar de que estudien bien los que puedan y quieran, así que decidí ir a avisarte para que bajaras a la sala principal y nos acompañaras con otros pero estabas haciendo ejercicio.

- "Oh, si claro, ejercicio" - pensó el peliverde algo avergonzado rascando su cuero cabelludo cabizbajo

Llegaron al piso del dormitorio de Izuku.

- Bueno, que descanses Iida, mañana nos vemos - Despidió el peliverde saliendo y deladeando su mano ya fuera del elevador. El de lentes le regresó el saludo y también le deseó buenas noches.

Al ver cerrar las puertas del ascensor tomó dirección a su habitación.

Ya dentro de este soltó un buen resoplido de alivio. Le había puesto algo tenso el encuentro con Iida. Se dirigió al lavamanos de su baño y cepilló sus dientes por segunda vez antes de irse a dormir, se enjuagó la cara y al secarse el rostro a su mente llegó de chispazo ese pensamiento.

"ESTABAMOS A NADA DE BESARNOS, AAAAAAAAH"

Izuku se coloró completo de la cara, tapó su rostro por la vergüenza con la misma toalla con la que se secaba y fue descubriéndose poco a poco. Ante sus ojos solo podía ver su reflejo en el espejo, su rostro ahora estaba levemente rojo, solo de las mejillas. Deslizo sus dedos con sutileza por sus labios entre abiertos e imaginó como estos eran adueñados por los labios de aquél cenizo de ojos carmín. 

Al imaginarlo su rostro pecoso se pintó de nueva cuento de carmín, su corazón comenzaba a galopear y simplemente no podía controlarse, pues claro, nunca antes a besado a nadie y mucho menos a la persona que le gusta, no es algo que se deba pensar tan a la ligera, que Kacchan le tome del rostro... Le mire directamente a los ojos y pase a ver sus labios... ver esos delgados labios rosas y...

cuando nadie ve [Bkdk/Dkbk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora