Clemencia

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La espera ya no era necesaria para este momento único...

La paciencia tiene efecto...

Analicé cada molécula, cada último lugar al que fue, cada sospecha que me decía, para finalmente llegar hasta mi conclusión final.
Estos bastardos me la alejaron, la apartaron, la manipularon que hasta creí que nos abandonó, pero no fue así por suerte.

Tuve un viaje bastante largo hace meses, una semana más o menos, sin contar las veces en las que me detuve en las islas vecinas para buscar alimento. Mi plan entraría en marcha en cuanto pisara la isla más alejada de la nuestra. La Isla Chim-Tu. Última vez que pisaré ese asqueroso lugar.

Allí es donde mi hermana decidió hacer parte de su vida como hija del gran Monkie Kid. Decidió ser héroe de esa isla por unos meses por el viaje largo, pero para ella era más sencillo, por favor, ella controla el viento como si fuera su celular; tardó menos que yo sobre la nave del difunto Sandy. En cuanto llegó, nos comunicamos, pero fue poco tiempo. Gran error al pensar que estaría ocupada.

Mi padre y yo sospechamos que pasaran años sin comunicarnos con ella, solo tuve que rastrear su llamada y ubique donde estaba, queda claro que no me había dicho a cual isla iba a irse temporalmente. Durante el hospedaje de Zephyr lejos, pasó lo peor para mi y mi padre, la muerte de mi abuelo y papá. En cuanto pasamos ese momento, mi ambición de tener a mi hermana era cada vez más grande.

No puedo estar sin ella, incluso si esta en otro lugar.

En cuanto más y más buscaba por si el momento lo requería, fue cuando ubiqué a mi hermana en esa dichosa isla, tuve que comunicarme con Higanbana para usar la nave de su padre. Acudí con algunos humanos para investigar acerca de la isla Chim-Tu. Ya tenía a mis objetivos, en total eran tres sin contar a mi hermana, tuve que crear mi propia biografía para cuando esos inútiles me quisiesen en su grupito.

Le expliqué todo a mi padre y estuvo de acuerdo en que podia ir sola. Emprendí mi viaje dos semanas después, en cuanto llegué a la isla, mi cabeza ardía de la tortura que les tenía a esos bastardos.

Dentro de la nave estaba una moto que creó mi padre, utilicé mi glamour en mi misma para ser similar a los humanos, larga cabellera castaña, ojos ámbar, bronceada, hasta mi ropa pude cambiarla.
En cuanto pisé la carretera principal, ya tenia un peso sobre mi espalda, llevé mi moto como si estuviera averiada, le pedí a mi padre que le dejara en mal función el motor a propósito, después me dijo como podía repararla.

No fue difícil encontrar a esos ineptos, porque literalmente estaban frente a mi, como no me agradaban nada, claramente mi rostro lo decía, ellos me veían, o más bien, su líder me veía algo interesante, no solo era mi belleza, sino que la moto se les hizo curiosa. El tonto de su líder me preguntó, sin llevar ni diez minutos de conocernos si podía ser parte de ellos, sin dudarlo dije que si, mi corazón ardía de que una de las fases se completo fácilmente.

Claro, con condiciones, ellos buscaban llamar más la atención, precisamente el zopenco del líder después de que me dijera que mi hermana se volvió loca de que la expulsaran, por mi parte dije que quería a Zephyr para "cosas de laboratorio" o de esas cosas que están ambiciosos por la rareza. Así, acordamos en que era oficialmente uno de ellos.

Que patético.

El líder se llamaba Erno, un antisocial celoso conmigo, puesto que semanas después me propuso ser su novia, acepte serlo por conveniencia. Erno tenia las alas cortadas, que según él, se las cortaron los de la secta de la ciudad. Me hubiera gustado ver eso. El loco tenía un arco dorado ridículamente decorado, le gustaba lo brillante, las joyas. Durante nuestro "noviazgo" ha intentado acostarse conmigo, cosa que ni le permito ni en su próxima reencarnación, si es que llegase a tener, lo cual dudé.

Clemencia || Next Generation AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora