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- Bueno - que el médico dejara a medias sus palabras creo un ambiente ansioso para la joven pareja.

Ahí estaban ambos. En un bendito hospital porque el castaño comenzó a sentirse mal, principalmente por los vomito y mareos constantes, al principio pensaron que tal vez era por el sobreesfuerzo que había hecho por el trabajo, sin embargo en cuanto los síntomas comenzaron a ser repetitivos e inclusive volverse rutinarios, les preocupo, por ende, ahora estaban en una de las habitaciones de aquellos silenciosos y tranquilos pero incómodos pasillos de hospital. Personalmente al híbrido no le gustaban los sitios así, pero si su novio corría algún peligro, no le importaba hacerlo.

El médico leyó los papeles para luego reír.

- Todo está en orden, no se preocupe - lo último fue dirigió al castaño que lo miró un poco confundido al igual que su pareja, el doctor sonrió -. Son solo cambios hormonales debido a la gestación

¿Gesta- que? ¿Gesta...? ¿GESTACIÓN?

Los orbes rubí y esmeralda se conectaron por unos segundos, uno expresaba emoción y el otro preocupación.

- ¡¿Eso es posible?! - pregunto Luzu arrebatando bruscamente el papel de las manos del hombre y leerlo -. Pero, pero...

- Está diciendo que Luzu y yo, vamos a, vamos a... - ni siquiera pudo formular la oración por completo por la montaña rusa de emociones por la que estaba pasando.

El doctor miro al híbrido y asintió -. ¡Muchas felicidades! Tiene dos meses así que lo síntomas son repetitivos pero nada de que preocuparse

Rubius salto de la silla de alegría mientras que por el lado Luzu se quedó en trance.

Ambos estaban en su casa, habían decidido vivir juntos luego de siete meses de noviazgo, el castaño suspiro en el sillón para luego pensar y procesar lo que había ocurrido hace unas horas atrás

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Ambos estaban en su casa, habían decidido vivir juntos luego de siete meses de noviazgo, el castaño suspiro en el sillón para luego pensar y procesar lo que había ocurrido hace unas horas atrás. Estaba por entrar con profundidad a sus pensamientos pero en cuanto sintió unos brazos rodearle el cuello con suavidad, dichos pensamientos fueron disipados en segundos.

- Rabis... - susurro con la voz desequilibrada.

El oso deshizo el agarre para sentarse cerca de él y recostar sobre su cuerpo al castaño.

- Venga Luzu, que seremos excelentes padres - le dijo tratando de ocultar su alegría, mientras acariciaba la espalda del castaño, repartía uno que otro beso en la cabellera de su novio.

Luzu solo se dejaba pero por dentro tenía miedo de lo que estaba pasando, no imagino que había posibilidades de ello, pero ahora que ya estaba pasando, sentía que ya no tenía opciones. Miro a su novio que le sonrió, él no parecía preocupado o angustiado de sí algo salía mal, al contrario, parecía feliz de aquella noticia y... ¿Quién era él para quitarle dicha felicidad? Y con un suspiro, sonrió para luego de unos minutos quedarse dormido sobre Rubius.

El híbrido sonreía sin despegar la vista al techo, estaba tan feliz, alegre, emocionado pero ansioso y demás combinaciones de sentimientos que nunca pensó que tendría, pero el hecho de imaginarse con su futuro bebé en brazos lo hacía querer gritar a los cuatro vientos. Miró a su novio que dormía plácidamente, lo abrazo levemente para no despertarlo y le dio un beso en su cabello. Sin querer, Luzu lo había vuelto el hombre más feliz del mundo, le iba a dar algo que jamás pasó por su mente, o no hasta ahorita.

Una familia.

Miércoles en la madrugada, Luzu se encontraba vomitando en la taza del baño otra vez, Rubius daba lentas palmas en señal de apoyo y que estaba para él

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Miércoles en la madrugada, Luzu se encontraba vomitando en la taza del baño otra vez, Rubius daba lentas palmas en señal de apoyo y que estaba para él. El castaño no hacía nada más que expulsar todo los alimentos de su día, de un momento a otro comenzó a llorar, el híbrido lo abrazo y le decía palabras dulces para cambiar el estado de ánimo del contrario, Luzu no hacía nada más que llorar.

- Rabis, tengo hambre pero no quiero vomitar lo que me cocinas - le dijo entre el llanto, el mencionando río un poco para luego darle un beso en la frente al menor.

- Esta bien Luzu, deja te preparo algo - dicho eso, Rubius se levantó para dirigirse a la cocina y preparar la comida, recuerda que el médico le dijo que hiciera algo ligero de preferencia.

Así que puso manos a las obra para cocinar algo y de paso acompañar al castaño en su cena, cuando termino de cocinar, Luzu ya estaba en la mesa esperando, los ojos rubí se iluminaron al ver el plato de comida. Aplaudió de forma lenta y suave para agarrar los cubiertos, sin embargo aun no tocaba la comida.

- ¿Ya no tienes hambre? - le pregunto el mitad oso viendo a su novio algo preocupado.

Luzu volteo a verlo con una sonrisa -. Es que, te estoy esperando para que comamos juntos

Rubius asomó una curva en sus labios, aun estando embarazado, pensaba en él. El híbrido fue y se sirvió un plato, tomó asiento y así finalmente, ambos comenzaron a comer mientras platicaba, Luzu pedía plato tras plato, y Rubius sabía como iba a terminar dicha comida. Siguieron hablando hasta el momento en que el castaño solto un bostezo, ambos ya estaban listo para irse a dormir hasta que vieron la luz del sol entrando por una ventana.

- Es sábado - le dijo el ojo rubí para hacer sentir más tranquilo al híbrido, pero cuando sus oídos escucharon el reloj, la expresión de ambos cambio.

El oso fue hacia su dispositivo y vio que no, no era Sábado, era jueves así que lo más rápido que pudo, tomo una ducha y sin pensarlo metió al castaño a bañarse juntos. No cabe destacar que Rubius no aprovecho el momento para ver el cuerpo de su novio, pero esto no pudo continuar porque el trabajo los esperaba, así que rápidamente ambos se vistieron y salieron en dirección al pueblo.

Los aldeanos los saludaban mientras pasaban, todo iba bien hasta que Luzu sintió mareos y tuvo ganas de vomitar, el castaño se escondió rápido detrás de una casa para expulsar el malestar. Rubius estaba cubriéndolo mientras le daba una botella de agua, unos minutos más y Luzu salió como nuevo.

- Me siento mejor - le hizo saber al mayor, Rubius suspiro pero le sonrió.

Y continuaron caminando rumbo al trabajo.

Iniciamos otro Luzubius pq si, denle las gracias a @NessRodriguezDos por la idea jsjsj

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Iniciamos otro Luzubius pq si, denle las gracias a @NessRodriguezDos por la idea jsjsj.

Byeee.

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