《La hija de la villana se está obsesionando》

capitulo 2

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Así fue como nos convertimos en una familia sin siquiera tener la oportunidad de celebrar. Incluso el cabello negro azabache de Lucellai y mi cabello plateado claro no nos hacían parecer una familia en absoluto.

Ah, supongo que podrías decir que las formas de nuestros ojos son similares. Aunque Lucellai no es mi madre biológica, aun así me alimentó y me crió con su dinero.

El problema es que el poder no aparecerá hasta que me haga adulta, pero me puse nerviosa porque pronto llegó el momento de que mi poder se manifestara.

Sería bueno si pudiera escapar antes de eso, pero era casi imposible. Lucellai tenía una persona confiable que la apoyaba, Sir Shubart, quien seguramente me encontrará.

Aunque Sir Shubart ama mucho a mi madre, sigue siendo un conocido de mi madre. Incluso desde mi punto de vista, Lucellai es una persona seductoramente hermosa.

Su cabello negro no se enreda ni siquiera con el fuerte viento invernal, y sus ojos no están ensangrentados como los míos, sino morados como uvas maduras.

El puente de su nariz era alto y sus labios carnosos, haciéndola parecer un poco feroz.

Tal vez porque estamos en el norte, su piel se veía blanca y brillante, realzando aún más su belleza.

Tenía ojos arrogantes y dignos, que no mostraban ninguna vacilación. Me estremecía de sorpresa cuando hablaba con su voz dominante y aguda, justo como sucedió ahora.

Sir Shubart, que la ama, me encontraría un millón de veces más fácil que mi intento de escapar, así que me era imposible escapar.

Además, tengo el deseo de llevarla al camino correcto si puedo. Querible o no, sigue siendo mi madre. Incluso el trozo de carne en mi plato es medio palmo más grande que la carne en su plato.

Lucellai Rudbihi.

No importa esto o aquello, ella es mi única guardiana.

“Carbella Rudbihi.”

"¿Sí?"

"No te rías estúpidamente mientras comemos".

"…si."

'Es cierto.'

A pesar de que se ve así, ella se preocupa mucho por mí.

Así es como ella lo expresó.

"Madre, ¿ya estás llena?"

"Cometelo."

"Sí."

Lucellai puso el cuchillo y el tenedor en el plato, pero no se levantó de su asiento. Fue porque aún no había terminado de comer. Aunque pronto llegaría a la mayoría de edad, no me dejaba comer sola mientras ella estaba cerca. En cambio, no suelta su vino hasta que termino de comer.

Era así casi todos los días.

A veces también trae una pipa.

El silencio cayó de nuevo.

El único sonido en el comedor era el sonido de mí rebanando y comiendo. Ocasionalmente también se escuchaba el sonido del viento silbando afuera.

Había pasado mucho tiempo desde que la mirada de mi madre se dirigió a la ventana donde se podía ver el invierno de un vistazo.

No dejo las ventanas abiertas a menudo. Esto se debe a que no hay una o dos cosas de las que tener cuidado. Pero la mirada de mi madre siempre está ahí cuando abro la ventana como ahora.