Narra Jade:
El taxi me había dejado a unas cuadras del club de "Safira", había venido desde Italia hasta las vegas en busca de trabajo o más bien quería escapar de mi padre y empezar una nueva vida. No tenía mucho dinero ni tampoco sabía dónde me quedaría, pero no perdería nada con intentar conseguir trabajo en uno de los clubes más grandes que hay aquí. Tenía algo de experiencia en el rumbo, ya que me disponía a cantar en el bar de mi padre en las noches y también realizaba show de danza.
Mire mi reloj para ver la hora y aún me encontraba a tiempo, no tarde en tomar las maletas y comenzar a caminar. Las calles de las vegas eran luminosas y se encontraban repleta de personas, suponía que muchos eran turistas que venían a vacacionar y las demás eran solo personas que vivían aquí, aunque me sorprendía ver las enormes colas que la gente hacía para poder entrar a los bares o clubes, jamás había visto que en Italia pasaba algo como ello, pero debía entender que esto es las Vegas y no mi querida Italia.
10 minutos después.
Luego de haber caminado por varios minutos por las calles había llegado a mi destino, el club de Safira y sin mentir era uno de los que más resaltaba en el lugar, suponía que es un lugar lujoso porque las personas que entraban iban vestidas de trajes y sus coches eran sumamente brillosos y caros.
—¡Tú debes ser Jade! —Toco mi hombro una chica de cabello castaño con una sonrisa alegre.
Me sobresalte por un momento, pero no tarde en tranquilizarme y aclarar mi garganta para preguntarle como sabía mi nombre.
—¿Cómo sabes mi nombre? —Pregunte extrañada y ella sacó una credencial.
—Lo siento, yo soy la encargada de recibir las nuevas bailarinas. — Me mostro su tarjeta causando que me relajara.
—Oh, nadie me dijo que me recibiría alguien. —Soné apenada por no reconocerla sin dejar mis maletas.
—Déjame ayudarte y mientras tanto podemos ir hablando en el camino para conocernos un poco. —Tomo una de mis maletas, mientras que yo asentí para seguirle el paso a su lado.
Caminamos por detrás del burdel donde había una puerta color roja con dos guardias cuidándola, ella me dijo que esa es la salida del personal y la entrada, también me dijo que sería la encargada de mostrarme el lugar y de informarme mis horarios de trabajo.
—¿Cómo te llamas? — Pregunte curiosa y ella señalo la etiqueta en su vestido.
—Mi nombre es Gabriela, pero me suelen llamar Gaby. — Me explico entrando a un pequeño ascensor.
—Un gusto Gabriela. — Estreche su mano y ella me correspondió el saludo.
—Gracias, sospecho que seremos grandes amigas. — Me guiño un ojo antes que las puertas se abrieran y saliera del ascensor caminando por los pasillos con prisa.
—¿Esta noche debo presentarme en el club? —Mire el reloj con cierta preocupación porque aún no me encontraba arreglada.
—Tienes 30 minutos para estar lista, hoy solo harás acto de presencia y deberás empezar a ganarte tu territorio. — Sentencio aquellas últimas palabras para dejarme con miles de dudas.
—Que quisiste decir con la parte "ganar territorio". — Arquee mi ceja causando una sonrisa de diversión.
Gabriela abrió una puerta de color negro con detalles en dorado y me tendió la llave, al parecer ese era mi cuarto y me esperaría en el club en el horario que me dejo.
—Trata de ser puntual. — Me entrego mi maleta antes de retirarse.
—¡Gracias! — Levante la voz para que me escuchara agradeciendo su ayuda.
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Obsesión peligrosa
RomanceLlevaba bebiendo varias copas y comenzaba a sentirme rara, todo daba vueltas y me reía demasiado, pero no le tome importancia, solo me disponía a saciar mis ganas de bailar hasta que un momento sentí unas manos enredarse en mi cintura, y al bajar la...