Nuestra segunda primavera

Capitulo 4: Noticias y Revelaciones

Hurrem estaba en su balcón favorito, pensando cuáles serían sus siguientes movimientos, la madre sultana no había dado señales de ser un obstáculo, pero esa mujer era como un abanico, elegante, engañosa y letal. 

Así que solo esperaría a que la atacara primero, Suleiman no era tan crédulo ahora, así que no sería difícil derrotarla. El principal problema era Ibrahim, no tenía ni idea de como lo trataría su esposo, tal vez podría tratar de disuadirlo de darse muchos aires de grandeza, o tal vez no. 

Pero sin dudas ella estaba lista para eliminar el problema de raíz. 

Alguien tocó la puerta. 

- Señorita Hurrem - llamó Firial 

- Pasa - respondió con simpleza.

- Hurrem - saludaron ambas - ¿Cómo estás esta mañana?

- Bien - dijo sin importancia. 

Esta era una situación interesante, ahora que Mahidevran había sido eliminada del tablero, Gulfem se refugió en sus faldas, sería interesante. Alah sabía que Suleiman le tenía aprecio. 

Y recién devuelta al harem se tomó la libertad de platicar con ella, y preguntarle por que no tenía interés de volver a entrar a los aposentos del sultán. Ella le respondió de una manera propia de la Hatun, tan solo declarando que sabía que solo le había agradado como amiga y aliada, pero no como mujer. Que tampoco había sido corrompida por la ambición así que se conformó con ser elevada a una criada importante en el harem. 

Pero su interés fue más allá, preguntándole porque había decidido ser amable con ella, si tan solo era una concubina insignificante que no había tenido un hijo. Se quedaría con su respuesta hasta el día de su muerte. 

- Es simple Hurrem, no eres una persona malvada, y la conexión que tienes con el sultán es sorprendente, una tendría que estar ciego para no verlo- respondió - eso me hace ver que no te dejas llevar por la opulencia y el poder, tan solo buscas tu bienestar, el de su majestad, y espero el de tus futuros hijos, podrías quemar el mundo por eso, es así de grande mi respeto por ti. 

Nunca se había sentido tan halagada, pero su gran sorpresa vino cuando mientras desayunaba con sus nueva y vieja amiga, se le presentó un antojo de aves. Y se sabía que cuando la Sultana Hurrem quería comer aves, un niño estaba en camino. 

Así que con una sonrisa le pidió a Gulag que trajera codornices y se dirigió a Firial. 

- Firial - llamó 

- Si Hurrem - atendió en respuesta. 

- Lleva un mensaje a su majestad- ordenó - dile que Hurrem Hatun tiene antojo de aves, y que pronto tendrá ese sueño profético. 

Tan solo recibió miradas confusas de todos los presentes, pero Firial obedeció sin palabras. 

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Tiempo después ya en su cama realizando un bordado, escuchó la característica entrada. 

- ¡EL SULTÁN SULEIMAN ESTA AQUÍ!- anunció el grito de los agas

- HURREM - exclamó el sultán mientras corría hacia ella abrazándola y llenándola de besos hasta llegar a su vientre. 

- Suleiman- saludó mirándolo a los ojos. 

- Pronto tendremos a Mehmet aquí - anunció lleno de felicidad - no puedo esperar, los tendré conmigo cada momento que pueda. 

- Así será Suleimán- aseguró Hurrem.

Un día después todos se enteraron de su embarazo, la felicitaron y el palacio se llenó de alegría. El heredero del sultán estaba por venir. El Legítimo príncipe de la corona llegará. 

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9 meses después 

- AHHHHHHHHHHHHH- aulló Hurrem

El hijo de Hurrem, en unos momentos sultana, llegaba al mundo. Los gritos resonaban en todos los pasillos. Este era un hecho histórico, no solo por el nacimiento del próximo sultán, sino que el sultán Suleiman el magnifico estaba presente en el parto, lo cual rompía todas las costumbres otomanas. Pero ahí estaba el, sosteniendo la mano de su amada. 

De pronto, el príncipe Mehmet salió del vientre de su madre con un grito estridente, sus padres los recibieron con grandes sonrisas, y algunas lágrimas. 

Pero sucedió lo más inesperado, Hurrem comenzó a sentir más dolor, otra contracción se avecinaba. Y algunos minutos después nació un segundo príncipe, todos en la sala estaban sorprendidos, pues no sabían de la existencia de ese bebé. 

Cuando lo pusieron en los brazos de su madre y el sultán lo vio, tan solo pudo pronunciar una sola palabra. 

- Mustafá- susurró. 

Hurrem solo oía los llantos de sus hijos, era sorprendente, no esperó que Alah la hiciera madre de Mustafá en esta vida, y si bien había rivalidad antes. Ahora ya no quedaba nada de ella, Mustafá ahora era tan hijo de ella como Mehmet, y los dos eran los primeros dos pedazos de su corazón, que se unirían a los otros cuatro. 

Así que sonrió y abrió los brazos para amamantar a sus dos príncipes. 

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PD: 

Hola, regrese con este capítulo, quiero decirles que prácticamente se escribió solo. jajajaja

Quiero aclarar el porque hay un gran salto de tiempo por el embarazo de Hurrem. La razón es que, quise ser un poco más realista en que no se valoraba a las concubinas hasta que tenían un hijo, así que no quise establecer las relaciones de Hurrem con los otros personajes, hasta el nacimiento de Mehmet, y Mustafá, porque siente que ahí realmente se definen las lealtades. 

Por lo pronto solo deje las bases de algunos aliados, pero que la madre sultana este tranquila no quiere decir que lo estará siempre. 

Buenas noches gente