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—Ahi está...

—Vamos Minjeong, deja a Jimin tranquila. No te soporta —comentó Aeri rodándole los ojos a su amiga.

—No digas eso, me tiene cariño —comentó burlonamente— aunque no le guste mostrarlo.

La rubia caminaba junto a su amiga Aeri mientras iban dirección a la entrada principal del campus. Kim Minjeong llevaba varios meses en una nube por culpa de Yu Jimin, la capitana del equipo de baile de la universidad. Kim era una chica risueña, era una bola de felicidad imparable, tenia bastante confianza en sí misma y cuando algo le entraba entre ceja y ceja era imposible hacerla parar.

La rubia tuvo un flechazo por Jimin desde el primer momento que la vio hace casi un año. Quiero decir... ¿Quién no se fijaría en Jimin? Cuerpo perfecto, carita de porcelana, el poder que desprende, su seguridad, y que es prácticamente inalcanzable para cada persona de aquel centro. Pocos, por no decir nadie, han llegado a tener algo con ella. Una de las cosas mas peculiares de Jimin es cómo se la conoce en la universidad, y es ser la reina del rechazo. Da igual cuanto ímpetu pongan, cuanto lo intenten... Ella siempre les rechaza.

Pero aquello no hizo a Minjeong frenar. Cómo dije antes, cuando algo le entra entre ceja y ceja...

Minjeong comenzó a caminar hacia la morena de ojos marrones.

—Oh vamos Minjeong —comentó Aeri tras ella mientras intentaba frenarla—, déjalo ya.

No le dio tiempo a más, ya estaba allí. Aeri rodó los ojos y se mantuvo distante de aquella conversación que estaba apunto de suceder.

—Hola, Jimin —le dijo Minjeong con una sonrisa.

Jimin se giró para ponerle cara a aquella voz, pero cuando vio quien era rodó los ojos.

—¿Qué quieres, Kim?

—¿No me vas a saludar?

—Hola. ¿Contenta?

—Mucho —Jimin rodó los ojos y comenzó a caminar. Minjeong no dudó en seguirla—. Bueno... Te quería preguntar... —Jimin no la miraba—. ¿Te gustaria venir conmigo a... cenar? Si no puedes hoy puede ser otro día, no pasa nada.

—No.

—Otro día esta bien —dijo intentando mantener la compostura de felicidad.

—No Minjeong, —Jimin frenó de golpe para mirarla—. No me interesa cenar contigo ni hoy, ni mañana, ni cualquier otro día.

—Vamos Jimin... No me tortures más —dijo nerviosamente.

—Eso debería decirte yo a ti, deja de torturarte y olvídate de mí —rodó los ojos y salió de allí, dejando a Minjeong con la palabra en la boca.

—Ojalá pudiera —susurró para sí misma.

***

Tras aquel rechazo de Jimin hacia Minjeong, uno de tantos, la morena fue hasta su grupo de baile para comenzar a ensayar. Se acercaban los regionales y tenian que estar listos para afrontar todo lo que se les venía en cuanto a baile y retos. Básicamente, tenían un largo día por delante.

Jimin fue directa a los vestuarios.

—Jimin, ¿dónde estabas? —preguntó su amiga sentándose para cambiarse.

—Almorzando y siendo un poco acosada.

Ningning rió.

—¿Quién fue esta vez?

—¿Quién va a ser? —rodó los ojos.

—Ohhhh, ¿ha sido Kim? ¿Le has dado ya una cita?

—¿Estas loca? —Jimin la miró incrédula.

—Por favor, si sabes que es adorable. Y es mucho mejor que todos esos babosos que te piden citas.

—Antes muerta. Además, lo único que diferencia a Kim del resto es que ella es mujer, por lo demás son iguales.

—No sé... —respondió pensativa mientras se ataba las cordoneras—. A mi no me lo parece.

—Vaya Ningning, si no te conociera diría que eres tú la que quiere salir con ella.

Ningning alzó la ceja derecha y esbozó una sonrisa. Se puso en pie pero antes de marcharse le susurró algo a su compañera.

—No te pongas celosa, no te la voy a quitar.

—Yo no estoy... —frenó al darse cuenta de que se había quedado sola en la sala. Jimin bufó y terminó de prepararse para su entrenamiento.

***

Aeri fue hasta los bancos cuando observó que su amiga estaba ahi almorzando. Se sentó a su lado.

—¿Dónde has estado? Te estuve buscando —dijo Aeri mientras abría su mochila y sacaba una manzana.

Minjeong cabizbaja intentó aparentar normalidad.

—Nada, buscando unos libros en la biblioteca y poco más —mordió su sandwitch.

Aeri se quedó unos segundos pensativa. Conocía aquel rostro, llevaba tantos años conviviendo con ella que no hacia falta palabras para comunicarle algo.

—¿Qué pasó?

—¿Qué pasó de qué? —respondió haciéndose la loca.

—Ya sabes de que te hablo.

—Yo no.. —interrumpió.

—Con Jimin.

Minjeong se quedó en silencio unos breves segundos.

—Oh eso... Nada, estuvimos hablando un rato y luego se fue a entrenar —sonrió sin mirarla. Siguió observando el campus frente a ella.

—A mi no tienes que mentirme, Min.

Minjeong suspiró y no dijo nada.

—¿Sabes Minjeong? Yo sé que te gusta, no lo dudo, y sé que tus intenciones son buenas, pero ella no es igual a nosotras. Ella ve las cosas de manera diferente.

—¿A que te refieres con eso? —preguntó Minjeong curiosa.

—No sé... —mordió la manzana y masticó—. Jimin odia que le vayan detrás, sabes la fama que tiene de rechazar gente... Tal vez deberías empezar a ignorarla, al fin y al cabo llevas así un año y no has conseguido nada.

—Auch, eso dolió —puso su mano en el pecho dramáticamente.

—Lo siento Min, pero... —interrumpió.

—No, tienes razón. Es solo que... Yo solo quiero conocerla. Que me deje conocerla.

—Lo sé, y te entiendo... —Aeri la miró— Pero si no es recíproco por ambas partes... No funcionará nunca.

Minjeong asintió tristemente.

—Creo que lo intentaré una vez más, pero ya mañana, hoy tuve suficiente golpe en el pecho —rió—. Solo una vez más.

—Esta bien Min, una más.

Te quiero (lejos) | winrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora