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Jimin llevaba dos días bastante ansiosa. Después de lo ocurrido no dejaba de pensar en lo mal que había actuado con sus "amigas" de baile aquel día, lo poco valiente que había sido y estaba siendo... Jimin comenzaba a ser consciente de ello pero tampoco entendía qué debía hacer para solucionar eso, porque por dentro seguía teniendo miedo.

Miedo de sus inseguridades.

La morena volvió a intentar hablar con ella. Ya llevaba varios intentos fallidos, uno de ellos Aeri le dijo que no era el momento de hablar porque Minjeong no quería, y ella le hizo caso. Pero Jimin no aguantaba más, necesitaba verla.

Fue hasta el aula de estudio sabiendo que ella estaría allí y la esperó fuera, como si fuera uno de esos pretendientes de Jimin de los que tanto detestaba la morena, solo que ella no se daba cuenta de cómo estaba actuando.

Cuando la vio salir del aula de estudio se acercó a ella.

—Minjeong, ¿podemos hablar? —preguntó la morena tímida al acercarse a ella.

La rubia, sorprendida, la miró brevemente e ignoró su insistencia.

—Jimin, no me apetece...

La rubia siguió su camino pasando por delante de Jimin, sin embargo suspiró y continuó insistiendo.

—Minjeong por favor, yo no quise decir eso. Déjame explicarte.

Minjeong siguió caminando hasta que Jimin agarró su muñeca y la frenó para que la mirara. Cuando observó sus ojos, la rubia los tenia rojos... Como si hubiera estado llorando. Aquello la quebró por dentro.

—¿Has llorado...? —preguntó preocupada.

—¿Que más te da Jimin? No somos nada —intentó irse.

—Espera, espera. No quiero verte así, por favor...

—¿Qué quieres? ¿Hacerme más daño? —preguntó sincera.

—No... Yo... —suspiró—. Sabes que todo lo que dije no era cierto. Fue por ellas...

Minjeong interrumpió.

—Lo sé Jimin, exactamente lo mismo que hiciste la otra vez conmigo en la cafetería, que dijiste cosas que no pensabas sin plantear las consecuencias. Ese es el problema... —negó con la cabeza—. Estoy cansada de eso.

—Pero yo te quiero... —acarició su mano.

—Y yo a ti, pero a veces eso no basta —apartó su mirada—. No quiero sufrir más —una lágrima rodó por su mejilla—. Y tu no estas preparada para nada de esto.

—Minjeong... —la morena tenia los ojos cubiertos de brillo apunto de llorar.

Minjeong se soltó de su agarre y se marchó de allí, dejando a una Jimin completamente desganada, porque Minjeong tenía razón; Jimin no era capaz de atreverse a lo que Minjeong estaba dispuesta a ofrecerle, amor.... Y lo irónico de todo esto era que esta vez es Jimin la que suplicaba, la que iba detrás de Minjeong... Y esta vez fue ella la que sintió aquel rechazo del que tanto conocía.

Ningning salió del aula en esos momentos y cuando vio a su amiga no dudo en acercarse hasta ella. Jimin ya habia empezado a llorar, estaba buscando en su bolso algun pañuelo con el que secarse antes de que se le corriera el poco maquillaje que llevaba.

—¿Jimin? —preguntó Ningning mirándola sorprendida.

La morena alzó la vista y vio sus ojos rojos llenos de lágrimas y el rímel que comenzaba a correrse.

—Jimin... ¿Qué sucede?

La morena negó con la cabeza y sin decir nada abrazó a Ningning, quien le recibió el abrazo y dejó varias caricias sobre su pelo. Su amiga supo en ese instante que Jimin estaba así por Minjeong.

—Ya está... Ya se le pasará. Podéis hablar en otro momento.

—No quiere, y la entiendo... Yo tampoco querría.

—Dale tiempo, ¿si? —le dijo secándole las lágrimas. Jimin volvió a sollozar—. Vamos a llevarte a casa.

Ningning dejó un pequeño beso sobre su cabeza.

***

Ningning fue a abrir la puerta tras sonar el timbre. Había quedado con Aeri para que la ayudara con un trabajo y así de paso se veían. Llevaban unos días sin verse después de lo ocurrido con sus amigas.

—Voooooy —gritó yendo hasta la puerta.

Ningning abrió dejando ver a Aeri quien sonreía plenamente.

—Hola amor —Aeri se inclinó y dejó un beso sobre sus labios.

—¿Amor? —respondió Ningning cerrando la puerta y devolviéndole el beso.

—¿No te gusta?

—Me encanta —sonrió—. ¿No íbamos a preparar el trabajo?

Ningning sonrió.

—Claro... Un poco más tarde —ambas rienron mientras seguían besándose.

Las dos chicas, después de unos minutos intensos de besos, fueron hasta la mesa del salón para dejar todas las cosas. La castaña quería preguntarle sobre Minjeong, ya que estaba aquí quiso aprovechar. Jimin estaba tan mal que empezaba a preocuparle.

—Aeri... ¿Como va Minjeong? —preguntó mientras se sentaba. Aeri alzó su mirada.

—¿Minjeong? ¿Lo dices por...?

—Sí.

—Mal, bastante mal. Se pasa el día llorando y ya no sé que hacer.

—Jimin también. Ayer fue a buscarla al aula de estudio y bueno... Lleva encerrada en su habitación desde entonces, hoy no fue a clases y me esta empezando a preocupar.

Aeri suspiró.

—¿Sabes que es lo peor? Que las idiotas se quieren, y no están juntas por... —Aeri se calló.

—Por Jimin, puedes decirlo. Es ella la que no da el paso.

—Es que... —Aeri resopló—. ¿Que es lo que tanto le aterra? Minjeong no sería capaz de hacerle daño jamás.

—Lo sé, y ella también... Es algo interno suyo, por eso no quiero meterme ahí pero... —negó con la cabeza— La va a perder.

—¿Y si intentas hablar con ella?

Ningning la miró alzando una ceja.

—A ver, como mucho le digo lo que pienso, pero Jimin nunca me haría caso si no es lo que ella quiere.

—Por intentarlo no perdemos nada.

—En fin... —finalizó Ningning.

—Oye y... ¿Entonces somos novias ya? —le dijo pícara. Ningning empezó a reir.

—¿Y esto a que viene?

—Me has llamado mi amor...

—Yo pensaba que ya era obvio que eramos...

—Novias, que no te de miedo decirlo —dijo Aeri riendo.

—Idiota...

—Claro que lo somos, es por molestar boba —Aeri dejó un beso en sus labios haciendo a Ningning sonreir.

Te quiero (lejos) | winrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora