Prólogo.

218 6 0
                                    

Entre las Montañas se asentó uno de los hermanos del Rey Jaehaerys, un castillo junto a un gran poblado que había quedado a la deriva hasta tener un heredero a cargo, así hasta llegar a Aenar Targeryen sobrino del Rey, un joven muchacho con el esp...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Entre las Montañas se asentó uno de los hermanos del Rey Jaehaerys, un castillo junto a un gran poblado que había quedado a la deriva hasta tener un heredero a cargo, así hasta llegar a Aenar Targeryen sobrino del Rey, un joven muchacho con el espíritu aventurero de su padre Aerys fallecido en un absurdo combate de desafío con una apuesta de ganar todo un ejército para llevar a ese Reino entre las Montañas.

La peculiaridad entre este grupo familiar de las Montañas era la ambición de un propio reino además del Rey Jaehaerys quien estaba consciente de aquello y se oponía totalmente a que su hermano insistiera en hacer un reino allí, además que contaba con el apoyo del poblado situado en las Montañas que se quejaba por no tener mucho apoyo del Rey debido a que estaba constantemente expuesto a piratas, salvajes y mercenarios debido a la cercanía con un puerto que tenía una ruta bastante cómoda y fácil para cruzar al otro continente.

La ambición se heredaba como aquel castillo, Aenar Targaryen llevó eso bastante oculto hasta que zarpó en busca del gran ejército que su padre perdió la vida en la apuesta, llevando consigo a su primogénito Baelon Targaryen, un niño que estaba dispuesto a defender a su padre por lo que escuchó de las amenazas que esperaban. El príncipe encargado de las Montañas casi sufre el mismo destino que su padre, por fortuna su esposa y hermana Rhaella cuidó de él zarparían con el ejército en cuanto Aenar se recuperara, pero la herida lo hizo reconsiderar a su embarazada esposa a lo que prefirió esperar que diera a luz y eso lo llevó a conocer más al ejército junto al lugar que se situaban pasando un largo tiempo en que se comenzó a rumorear de la muerte de Aenar, muerte que su hermano menor Vaegon no creyó y zarpó dejando a su esposa Vaella con su hermano pequeño, el menor entre ellos, Rheagar, para buscar al primogénito del fallecido Aerys.

La declaración de muerte la hizo Otto Hightower cuando se discutía en el consejo el legítimo heredero del Rey, según sus fuentes se trataba de un rumor de que el príncipe estaba muy herido y probablemente moriría, aquello lo llevó a discusión declarándolo muerto y que no se podría nombrar ni a Rhaella quien es la siguiente en la línea debido a ser mujer tal como saltaron a la princesa Rhaenys, ni siquiera a Vaegon quien había zarpado, en cuanto al pequeño Rheagar considerando la edad de este prefirieron ir por Viserys.

Viserys Targaryen a pesar de ser mayor que Aenar por unos cuantos años fue nombrado el sucesor del Rey, la diferencia entre estos era la posición de sus difuntos padres, Aerys era mayor a Baelon, el primero tuvo dos esposas, con su primera esposa tuvo a Aenar, Rhaella, Vaella y Vaegon, junto a su segunda esposa nació Rheagar. Los hermanos mayores iban uno tras otro, eso generó ciertas complicaciones en el último embarazo de la primera esposa de Aerys, lo que llevó a tomar una segunda esposa mucho más joven de la que nació Rheagar quedando este como el menor.

A pesar de ello, los hermanos se querían tal como los crío su padre a pesar de ser un hombre terco y ambicioso, la familia siempre estaba primero. Eso pasó a la siguiente generación entre los hijos de Aenar y su hermano Vaegon, generación que fue clave para detener la pronta Guerra Civil que tanto temían.

La gente siempre habló de que Baelon Targaryen primogénito de Aenar Targaryen debía ser digno de reinar producto por ser un gran guerrero comprometido con el poblado, pero también estaba su hermana Naera quien se atrevió a continuar con o sin el apoyo de los dragones en las Montañas solo para frenar la guerra que acabaría con ellos. Y por último, Rheagar, otro digno guerrero que podía tomar el trono de hierro como el príncipe consorte.

Una vez más se tendría que ver peleas entre dragones en el cielo, fuego cubriendo la hermosa luz del amanecer confundido con un atardecer, el fuego cubriendo la oscuridad y ceniza entrando en sus pulmones, tragedia tras tragedia llegaría el momento de paz y victoria.

A IRON MOUNTAIN || hotdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora