A IRON MOUNTAIN || "Los dragones en las Montañas deben lidiar una vez más contra los conspiraciones de la corona, llevando todo a una gran problemática entre sentimientos y el deber del único dragón heredero al trono."
Rhaenyra x oc; Daemon x oc; Ae...
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TODOS ERAN EXPECTANTES Y OÍDOS ATENTOS DE LA DECISIÓN que tome Rhaenyra al escoger un nuevo miembro de la Guardia Real, incluso Rheagar esperaba atento mientras presentaban a cada uno. Aquel dragón sonrió hacia la princesa en cuanto ella lo visualizó y se vio interrumpido por la voz de Rhaenys.
— Creí que el príncipe Aenar tenía el mismo trabajo para ti.— Dijo la princesa apoyando sus antebrazos contra la superficie del muro que le permitía mirar a cada hombre incluyendo a la princesa Rhaenyra.
— Y yo creí que era tarea para Baelon, pero Aenar perdió la paciencia.— Responde con una sonrisa juguetona.— Con Baelon apostamos cuanto nos tardaríamos en huir de la furia de las Montañas.
Rhaenys solo pudo sonreír ocultando una risa que sería totalmente inapropiado en aquel momento y todos voltearían a ver quien interrumpió aquella especie de ceremonia de selección.
— Me gustaría charlar con tu hermano. — El príncipe miró a la mujer con una interrogante clara en su rostro.— Hay asuntos en los Peldaños de Piedra y Aenar podría ayudar.
— Solo si se lo piden no dudará en enviar jinetes dragón, hasta diría que él mismo iría.— Le hizo saber mirando nuevamente a Rhaenyra quien le daba la bienvenida a uno de los hombres.
— Laenor ha preguntado por ti, extraña tu dramáticas historias.— Rhaenys mantuvo su sonrisa intacta hacia el más joven.
— Iré a Driftmark cuando admitas que soy tu primo favorito.— Bromeó el menor.
— Nada de eso, te esperamos pronto.— La princesa se despidió del joven dejándolo ocupado en sus propios pensamientos sobre Los Peldaños de Piedra.
Ansiaba que su hermano Aenar aceptar hacerse presente con Corlys Velaryon y también formar parte de ellos, así aumentaría su experiencia en combate más allá de un pequeño combate en el puerto o en las calles de la diminuta ciudad de las Montañas. Solo deseaba no salir muerto si terminaba por participar en los Peldaños de Piedra.
Sin pensar más, Rheagar caminó tranquilamente en busca de la princesa Rhaenyra, quería saber más del nuevo miembro y como haría para ponerlo a prueba, a veces aquel príncipe podía ser detestable y otras veces un ser muy amable hasta con un propio prisionero, claro que depende el crimen de la persona.
Solo cruzó unas cuantas palabras con algunos guardias para llegar donde la princesa, la pudo encontrar admirando las vistas al mar entre las torres de la Fortaleza Roja, no fue ruidoso ni tampoco silencioso, hizo saber de su presencia solo con un carraspeo.
— ¿Has caído por mi como yo por ti?— Preguntó hacia la princesa con una gran sonrisa cruzándose de brazos.
— Rheagar.— Saludó la más joven estirando ambas comisuras de los labios en una sonrisa.
