𝗺𝗲𝗿𝗹𝗶𝗻𝗮, 𝗈𝗇𝖾 𝗌𝗁𝗈𝗍𝗌.

14 ━ MERLINA ADDAMS.

✩ ˖  ◌ ˖  🌨🌙🦫 
escrito | publicado por :
@mr-mcsteamy  ♡
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merlina casi te golpea cuando la arrastraste a un armario de suministros, habías interrumpido su camino a su próxima lección con la señorita thornhill. antes de que ella pudiera decir algo la besaste y ella se derritió muy ligeramente. sus manos se acercaron a tu cara, sosteniendo tus mejillas con sus manos suaves mientras envolvían tus brazos alrededor de su cintura.
cuando te separaste, ella te miró fijamente, confusa como si te estuviera diciendo que le expliques, el razonamiento detrás de sus acciones.

─ me mirate estresada en el almuerzo ─ te encogiste de hombros. toda esta charla de
averiguar quién es el hyde y gomez arrestado por ese "asesinato"

─ yo solo queria ayudar ─

─ ¿así que me arrastraste al armario del conserje para besarme? ─ se burló merlina, con el corazón latiendo demasiado rapido. ella prendió la luz y tú jadeaste, inclinando la cabeza.

─ ¿qué? ─ ella preguntó.

─ tú... ─ sacaste un espejo de tu bolso y
se lo entregaste. merlina te miró con escepticismo antes de bajar la mirada y también jadear.

─ ¿que me esta pasando? ─ preguntó dramáticamente, pellizcando y moviendo sus mejillas.

─ ¿por qué mis mejillas están rojas? ─ merlina frunció el ceño. abrí la boca para
hablar, pero salió corriendo del armario hacia enid. suspiraste y saliste del armario después, girándote hacia rowan, ajax y xavier que se rieron.

─ eso tiene que ser una metafora o algo ─ dijo xavier mientras miraban el cartel que decía "CLOSET" arriba de ustedes.

─ felicidades por salir del armario, ______ ─ te asintió. levantaste tú dedo medio a ellos, haciendo que se rieran, caminaste hacia tú dormitorio.

no viste a merlina durante casi una semana después de lo había pasado. claramente, el rubor la había asustado porque ella tampoco había estado asistiendo a sus lecciones.
fuiste a confrontar a tu hermana al respecto, pero ella solo chilló y salió corriendo. ella no fue muy de ayuda.

finalmente, el viernes, cinco días después, te sentaste para almorzar con tus amigos y tu hermana. enid se inclinó y susurró.

─ merlina está enojado contigo por hacerla sonrojar y si se entera de que te dije eso, ella me va a arrancar los ojos ¿de acuerdo? así que no le digas ─ ella te apuntó con un palito de pan.

─ mmm ─ dijiste con orgullo, manteniendo la cabeza en alto.

─ cuéntamelo todo ─

─ bueno…  ─ comenzó enid. merlina habia corrió a su dormitorio y se escuchó como fuertemente se cerraba la puerta, sorprendiendo a enid. ella se miró en el espejo compacto una vez más, luciendo angustiada.

─ ayúdame ─ merlina le dijo a enid cuando se puso de pie y se acercó.

─ ¿con qué exactamente necesitas ayuda? ─ preguntó enid confundida.

─ mi cara tiene color. quitalo ─ merlina dijo
seriamente con una mirada. enid se congeló por un segundo. antes de que le dira un ataque de risa. merlina entrecerró los ojos con molestia y le pidió a enid que de dejara de reír. la risa de enid no paró por lo menos por tres minutos más, antes de que enid empezara a jadear solto un

─ lo siento. no es gracioso. ─ ella luchó por respirar ─ es sólo que... estás sonrojada! ─ dijo enid, algo feliz.

─ no ─ merlina negó con la cabeza ─ ¿cómo lo detengo? ─

─ no puedes ─ enid dijo cuando se calmó un
poco más, riéndose suavemente

─ ¿quién te hizo sonrojar? ─ ella preguntó. merlina dudó un poco con el ceño fruncido.

─ ______ lo hizo ─ respondió merlina. enid solo soltó un suspiro.

─ me arrastró hasta el armario de suministros y me besó, luego yo solo... ─  señaló su cara. — mis mejillas comenzaron a sobrecalentarse y mi estómago se sintió como si acabara de tragar un montón de arañas viudas negras ─

─ ¿_____ y tú? ─ enid jadeó un poco en estado de shock, comenzando a saltar arriba y abajo, deteniéndose hasta ahora con una mirada.

─ si la lastimas, te lastimaré yo a ti ─ ella dijo con un intento de cara sería.

─ enid, eres tan amenazante como esa verde,
ardilla cantora ─ merlina inexpresiva, mientras el rubor se desvanecía de sus mejillas

─ cuéntale a alguien más sobre esto y te daré de comer a los lobos ─ amenazó ─ ¿me escuchaste? ─

─ alto y claro ─

─ mierda santa ─ xavier se rió desde el otro lado de la mesa. las habiendo escuchado a los dos a escondidas.

─ yo no sé que es más impactante, el hecho de que tú hayas hecho que merlina se sonrojó o el hecho de que te has estado besando con ella ─

─ donde puede estar merlina ─ dijiste sin prestar mucha atención a xavier.

─ probablemente en nuestro dormitorio, escribiendo algo ─ enid se encogió de hombros.

saltaste, agarraste tu bolso y te dirigiste al dormitorio de tú hermana. tocaste la puerta rápidamente, sin esperar una respuesta antes de irrumpir. merlina te miró con los ojos muy abiertos antes de desviarlos hacia la pared. caminaste hacia ella y miró hacia abajo.

─ merlina, mírame ─ ordenaste levantando su cabeza.

─ te odio ─ merlina murmuró ─ odio lo suaves que son tus labios, odio tú risa estúpida, odio cómo me sonríes desde el otro lado del salón de clases, odio cómo me haces sentir cosas que no entiendo y siento que no puedo controlar, odio lo estúpidamente bonita que es tu cara. te odio a tí ─ merlina tomó una respiración profunda después de que ella se detuvo, mirándote ahora.

─ ¿ya terminaste? ─ preguntaste, levantando una ceja en cuestión.

─ de hecho, no todavía no ─ ella dijo ─ odio como pides abrazarme porque sabes que no me gusta el contacto físico, y cómo trenzas mi cabello. odio cómo no comes carne los días que me besas porque soy vegetariana, y cómo también pones una botella de agua en mi mesita de noche para cuando me despierto de los buenos sueños. y odio cómo eres tan feliz todo el tiempo. tanto es así que me equilibra ─

─ ¿puedo besarte?, por favor. ─ sus labios se conectaron en un primer beso, sus dientes chocando uno contra el otro a toda prisa. como si tuvieras miedo de que el otro desapareciera cuando se separen. se besaron como si todas las emociones que habías sentido por merlina se desbordaran todas a la vez.

las manos de tu contraparte se enredaron en su cabello mientras la jalaste hacia adelante por la cintura ella murmuró tu nombre mientras besabas su cuello, dejando un beso tatuado donde alguna vez estuvieron tus labios.