Primer capítulo, segunda parte: La peor hermana.

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Clare.

Algún momento del pasado ahogado por la memoria.

Días de tortura y sufrimiento, todo por un falso rumor inventado por mi hermana menor, ¿quién pensaría que una niña de cinco años sería capaz de arruinarle la vida a alguien? Incluso si no fue a propósito, ella hizo de mis mejores años el peor infierno.

Semanas sin comer, meses en los cuales me golpeaban hasta que ya no me quedasen lágrimas para suplicar perdón, así era como trataban en aquel convento a quienes consideraban inadaptados anormales.

Era obvio que ese lugar no era un centro de amor y fe, y era consciente de que afuera existían creyentes que realmente amaban y cosechaban lo que predicaban, más cuando imploraba perdón, ¿por qué todos me abandonaron?

Yo no era culpable de nada de lo que se me acusaba, sólo por no amar como ellos querían, ¿era merecedora de tanto sufrimiento?

Y aquellos que se suponían debían de amarme y defenderme ante todo, fueron quienes tiraron un fósforo encendido a toda la gasolina que me tiraron.

El fuego en mí ardía fuertemente, y no se detendría hasta que lograse calcinar cada pedazo mío, y aunque dolía, lo acepté en mí y lo deje hacer lo que quería.

Todas aquellas veces en las que perdía el control era porque dejaba que las llamas anden libremente, después de todo, ¿quién de ellos merecía vivir una vida digna, luego de todo lo que fueron capaces de hacer?

Ninguno fue capaz de levantar la voz por mí cuando los necesité, así que hoy me toca gritar todo lo que por años callé.

22 de diciembre de 2022.

Subí al auto y andaba escuchando músicas alegres mientras iba al super, supuse que eso me iba a hacer sentir bien.

El camino era tranquilo y silencioso, perfecto para empezar una buena mañana que aseguraba estaría llena de buenas noticias y acontecimientos.

Estacioné el coche cerca de la tienda y fui a comprar lo que necesitaba, no recorrí mucho ni me detuve a mirar cosas innecesarias, aunque si compré un par de cosas para Lilie.

Salí del lugar y me puse en marcha de nuevo a la casa, con las compras en el asiento del copiloto. La sensación que tuve a la madrugada cuando fui a casa de Lilie fue extraña, hice todo lo posible para disimular así que espero que ella no piense nada raro.

Tampoco podía dejar de sentir una especie de mala sensación atacando mi estomago y las puntas de mis pies. No era capaz de descifrar a qué se debía eso, pero esperaba con todas mis fuerzas que no fuese nada malo.

A un par de varios metros de la casa podía ver a una multitud en la calle, habían varios vehículos alrededor, incluyendo un camión de bomberos y un par de policías, también podía observar humo negro que se extendía en el aire.

Fruncí el entrecejo, asustada, aquella desagradable sensación incrementó, aceleré la velocidad y estacioné un poco más cerca, bajé corriendo del vehículo y fui hasta el gentío, estaban amontonados delante de mi casa.

La casa se estaba quemando entera.

Con Lilie y Lina dentro.

Sentí mi corazón acelerarse tanto que no podía sentir nada más que mis latidos y aquella mala sensación por todo mi cuerpo, el miedo y la sorpresa que sentí en el momento era incomparable. Nunca me sentí tan asustada y desamparada en mi vida.

Me abrí paso entre todas las personas, podía escuchar como susurraban e intentaban hablarme, pero los ignoré, tenía que llegar como sea a la casa. No iba a ser fácil, teniendo en cuenta el incendio, pero debía hacerlo.

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