Sostuve la baranda de aquel puente tan ligeramente, que me daba lo mismo si caía al precipicio. Ya estaba cansada de fingir ser alguien que no era, de disimular una sonrisa cuando lo único que quería era llorar. Ya no me interesaba el sentimiento ajeno porque...? quien se había preocupado por mi? nadie, verdad?; entonces ya lo tenía todo más que claro este era mi destino , morir de una manera sin sufrimiento, sin dolor , sin esa angustia que sentía en mi pecho día a día, morir sabiendo que no tenía a nadie que lloraría por mi, pero por lo menos yo dejaría de sufrir.
Besos con sabor a Chispas❤️
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Mi pequeño mundo
DiversosEn las sombrías profundidades del alma yace un eco silente, un murmullo sutil que susurra la melodía solitaria de la existencia. En este libro, las páginas se tornan espejos que reflejan la danza solitaria de un ser en busca de su eco perdido en el...