Trucos bajo mis mangas

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Tiempo después de que Slenderman le dijo a Lincoln que empezaría a entrenar con los demás, el peliblanco no sabía que esperar.

Nunca en su vida se ha destacado por tener las mejores aptitudes físicas, siempre trataba de escaparse de todas las tareas que pudiera las cuales incluyeran la necesidad de emplear la mínima cantidad de actividad física.

Ese mismo día del aviso no podía dejar de pensar en aquello, como sería un entrenamiento con asesinos de este tipo. ¿Será como en los animes o en las caricaturas de acción? ¿Donde solo se levantan pesas o corres en círculos sin parar?

Tal vez si, tal vez no. Lo descubrirá el momento en que pase.

Quiso dormirse más temprano que de costumbre, solo por si acaso, se acostó en su cama y se puso unos audífonos que había robado el día de su visita a la ciudad.

Quería dormirse y despertarse calmado, entre más controlado se sienta sería mejor para él. Respiro de forma profunda por unas cuantas veces, y cerro los ojos, pues ya se sentía listo para caer en brazos del profundo sueño.

Al día siguiente...
POV. Lincoln

Me desperté a una hora temprana, me vestí y no tome nada más que mi cuchillo y mi bate pues eso sería lo que usaremos para el entrenamiento, eso supongo yo.

Terminado de tomar mis pertenencias fui al baño a lavarme los dientes, al acabar eso fui escaleras abajo para ver que podría desayunar.

Llegue a la cocina y busque algo que pueda comer. No tenía ganas de cocinar, aparte de que eso tardara un tiempo, y ya tenía hambre de por si.

Encontré unas galletas saladas y me serví un vaso de leche. Empeze a comer solo.

–Buenos días– Escuche a alguien hablar.

Voltee hacia aquella persona y vi a Toby.

–Buenos días–

Tomo un vaso de jugo y se sentó al lado mío.

–Tengo entendido que hoy entrenaras con nosotros– Dijo este en un semblante sereno.

–Si, de hecho. ¿Algún consejo que me puedas dar?– Lincoln quería todas información posible, así sabría que esperar.

–No lo se. ¿Tienes condición física?–

–Ehm...algo así– Habló de forma nerviosa.

–Bueno, entonces trata de no morir–

(Lo que me faltaba) Pensó el peliblanco.

El tiempo fue avanzando, y conforme iba pasando los demás habitantes fueron bajando a desayunar. Esto mientras hablaban de próximo entrenamiento.

Lincoln se incorporó a unas cuantas conversaciones, así podría distraer sus pensamientos y estar más calmado.

Pasado un tiempo, los proxys anunciaron que ya era hora de salir de la casa, pues el entrenamiento iniciaría en breve.

Dicho esto, los demás fueron saliendo, Lincoln dejó de pensar en sus nervios y junto toda la calma en su mente.

Ya con todos afuera, los creepypastas iniciaron con estiramientos y los calentamientos básicos, nuestro protagonista supo que hacer en esta parte, pues era igual que el inicio de una clase de educación física.

Ya terminados de calentar, se empezó a hacer unos cuantos ejercicios básicos, para ejercitar, los asesinos modificaron algunos elementos del bosque para que se puedan hacer ejercicios en estos.

Por ejemplo, usaban las ramas gruesas y firmes de los árboles como barras en donde se pudieran hacer flexiones o dominadas.

Corrían pequeños tramos alrededor de los lagos.

Recibanme en su familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora