Divorcio | Winrina g!p

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SooYoon no ha parado de llorar. Al parecer si que extraña la presencia de su otra madre. No sólo él está dolido, yo también siento como mi propio ser quema ante la separación de mi alma gemela, mi medía naranja...mi destinada.

Mi loba ha estado aullando dentro de mí y yo solo puedo quedarme a mirar las estrellas por la noches, en una casa que no es la mía, en una vida que tampoco lo es.

Pero es necesario y mi tontita loba no quiere aprender

"Le tenemos que dar una lección Win"

"Esto no es una lección estúpida, ¡Llévame con mi alfa!"

Y es que ella la ama tanto como yo. Pero, yo si soy consciente de lo que pasa a mi alrededor, y como humana, me he dado cuenta de muchas cosas que para los demás son injustas en una relación.

Somos alfas, betas y omegas, no regimos por una jerarquía. Así que jamás ha sido mi culpa la debilidad de mi cuerpo ante olores, el celo, y los alfas. Por qué así soy y está en mi naturaleza tener a una tonta loba que cae por todo aquello. A veces sin darme tiempo de enamorarme.

Así la vida de mi hermana, Joohyun, ella tuvo a su alfa muy joven, apenas tenía 16 años, en esos tiempos los omegas tenían que tener pareja a un temprana edad, sino serían una deshora. Es por eso que mi hermana siempre ha odiado a nuestros padre. La obligaron a tener un cachorro a los 18 años, lo cuál fue sólo una triste historia.

Ella sólo me contaba pequeñas partituras llenas de lágrimas, la veía llorar frente a la luna porque ella quería con todo su corazón a aquel ser dentro de ella. Sin embargo, jamás se logró. Su cuerpo se debilitó y su loba de sentía una vergüenza por no poder darle siquiera un cachorro a su alfa.

Pero, su alfa no era una persona desconsiderada. Joohyun se dio cuenta que siempre estuvo junto a su predestinada, Seulgi, una joven que tenía padres ricos y una familia estable. Se encontró con el amor de su vida y entre las dos forjaron un hogar.

Joohyun se obligó a salir a delante aunque tuviera una parte de ella rota...

Joohyun no puede tener cachorros.

Pero Seulgi la amaba, porque para ella, Joohyun era la omega más perfecta sobre la tierra.

A mi también me dolió, lloré centenales de veces junto a ella. Cuándo tuve a mi cachorro, Hyun lo amó y lo quizo como uno propio, siempre fue la tía favorita, hasta la fecha, Soo jamás la deja de ver como una madre.

Así que ella nos ha dado una mano sabiendo nuestra situación. Vivimos con ella, llevamos apenas dos días fuera de nuestro hogar, fuera de nuestro propio nido.

Y aún así, sigo pensando en ella, en la alfa que alguna ve me ¿Amó?, que alguna vez me dedicó palabras bonitas, me recogía de la universidad, me deseaba lo mejor y me dio un bonito cachorro.

Sin embargo, no puedo ser ingenua por un amor de años, por qué duele.

"¡Ve por ella! Alfa, ve por ella...

Lo haré, sólo dame tiempo"

Y está acabada. Sentada en la sala mientras lloraba. Hace una hiro más que había salido de su trabajo, había tenido una pelea con su padre y le dio descanso a Shuhua dejándole impresionada.

No tenía gana de nada. Simplemente se dirigió hacia al refrigerador y sacó tres botellas de cerveza para sentarse en el sillón y hundirse en su sufrimiento.

Uno, dos, tres, nada calmaba su dolor. Ni siquiera aquellas bebidas lo hacían... y es que ella sabía que aquello no era medicina, no era como cualquier alfa que las podía tomar como agua y hace mucho que no lo hacía.

Estaba muerta, una muerta sin vida. Sintió su pantalón vibrar sabiendo que había recibido un mensaje. ¿De Minjeong?, lo sacó rápidamente y le miro, un poco fuera de su imagen.

Mamá

¿Por qué te fuiste así?

Mamá

Pensé que teníamos trabajos más importantes que estar con esa omega.

Mamá

Es solo una distracción, si tan solo te dedicaras a trabajar conmigo yo te podría pagar todas las zorras que quisieras, no hay necesidad de un estorbo.

Mamá

De seguro ellas te lo hacen que esa estúpida.

Mamá

Piénsalo bien.

Y los ojos de Jimin se formaron en completa ira, su iris palpitó y sus parpados se dilataron, se sentía muy enojada.

Nadie podría decirle eso a su omega, nadie.

Lena de ira y aún no en sus cabales, apretujo el celular con todas su fuerzas rompiendo la pantalla de este, para luego estrellarlo contra la pared. Sus manos se llenaron de sangre, pero eso no le dolió más que perder a su omega.

La ira la consumía y estaba segura de que si salía por aquella puerta de su apartamento, iba a encontrar a su madre y la golpearía hasta dejarla sin habla. Sin suspiros ni oxigeno en su ser.

Minjeong no era un objeto, no era alguien que se podía reemplazar por cualquier estúpida zorra.

Ella era única, su media naranja, su otra mitad.

"Tu madre es una estúpida, ¡date cuenta!

Lo sé Rina, lo sé, ¡y no sé que hacer!

Defiende a tu omega, solo haz eso"

¿Qué diablos quieres, Karina?- La alfa solo quería llegar hasta en paz a la casa de aquella castaña, pero esta le prohibió hasta pisar el suelo.

-Sólo vengo a verla- Su arrepentimiento era notable, pero la otra no iba a permitir que esta solo entrara y se llevara a su hermana.

-Vete de aquí, ella no quiere verte, ¿Qué parte de eso no entiendes?- Le dijo con sorna y la otra agacho la cabeza apenada.

-Lo siento, lo siento, pero no puedo vivir sin ella- Trató de hacer entender a la otra.

-Pero ella si puede sin ti, ahora lárgate o llamaré a la policía- Cerró la puerta en su cara y la pelinegra se cayó de rodillas al frío suelo del lugar mientras sollozaba tristemente.

Detrás de aquella estaba Joohyun. escuchando a la alfa llorar, sorprendido por ello quería abrirle y dejarle ver a su hermanita, pero esta le había dicho que no quería tener contacto con la alfa. Al parecer su humano tenía muchas cosas que hacer y era ver a que tanto podría llegar la alfa sin ella.

"Somo completamente desconocidos, desde ahora".