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02

Ya era miércoles. Un día como cualquier otro para muchos; a excepción de Moon JeHyun. Para él, era como la cuenta regresiva para que TaeDong se fuera de la secundaria. Algo que al rubio le seguía doliendo bastante.

Ayer quizo intentar hablar con él, pero lastimosamente el chico había faltado a clases. Pero hoy estaba dispuesto a hablar con él, de alguna manera.

— Solo le preguntaré cómo está, y hablaré un rato con él nada más —le decía el peli rubio a los chicos que estaban junto a él.

Él, junto a algunos amigos, se encontraban en el patio central del instituto; esperando a que el timbre sonara para que fueran a sus respectivos salones de clases.

— Y yo que pensaba que iba a terminar su último año académico aquí —comentó JungHoon; amigo y compañero de clases de Hyuk, y muy buen amigo de JeHyun desde hace tiempo.

— No, y aún no sé porque se irá ni siquiera —agregó un joven alto de piel blanca y cabellera azabache.

— Eso es cierto JaeHan —le respondió el más joven de los cuatro chicos aquí presentes.

Así exactamente era el nombre de aquel muchacho. Kim JaeHan; también es un amigo cercano de los otros tres, y es del último año académico al igual que JeHyun. Solo que está en otro salón.

— ¿Crees que hoy asista a clases? —preguntó el peli rubio con cierta duda en su voz. El lunes no logró verlo en ningún lado y el día de ayer no asistió. Dudaba mucho que TaeDong se fuera sin despedirse de los maestros o de todos sus amigos.

— Yo digo que sí. Él aún tiene que despedirse de todos nosotros y de los maestros también —respondió Hyuk —. No creo que él sea tan malo y se vaya sin despedirse.

— Tienes razón. Él es capaz de muchas cosas, menos de algo así. —dijo el azabache mayor con cierta risa — ¿Y entonces JeHyun? —dijo haciendo que el nombrado le prestase atención.

— ¿Y entonces... qué? —cuestionó el de cabellera rubia con algo de confusión.

— ¿Piensas hablar hoy con TaeDong si asiste?

Su silencio duró por varios segundos mientras pensaba si hablar o no con el chico, si es que llegaba a asistir hoy.

(...)

Ya habían pasado las horas de clases. Y en estos momentos se encontraban en la hora del receso que correspondía, y sí, TaeDong había asistido a clases. Solo que llegó tarde... cómo siempre le pasaba en su mayoría de veces.

JeHyun aún no sabía cómo se le acercaría, pero debía de hacer un mínimo intento. Cómo fuera. Hoy debía hablar con él.

— ¿JeHyun por lo menos me podrías decir a mí que carajo piensas hablar con TaeDong? —le cuestionó Hyuk estando a su lado.

Ambos se encontraban observando desde los balcones del segundo piso del instituto. Esperando a ver si alguno conseguía divisar al joven de cabellera castaña oscura que se iba esta semana, pero hasta los momentos no lo han visto por ahí.

— Yo solo quiero saber cómo está. Eso solamente —contestó el peli rubio mientras veía en el balcón a la gente pasar.

— O sea. ¿No es para confesarte? —preguntó con curiosidad y asombro el menor.

— ¡Qué!... ¡No! —chilló el mayor en respuesta — No pienso hacer eso.

— ¿Y porque no?

Después de aquella simple pregunta, se formó un corto silencio entre ellos dos. Era una buena pregunta. ¿Y porque no se confesaba?