parte uno

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Louis entró a la casa de los Styles cuidadosamente al darse cuenta que la puerta estaba abierta, asomó su cabeza buscando indicios de alguna alma por el lugar, al ver que todo estaba despejado sostuvo en su garganta un sollozo antes de entrar y cerrar la puerta silenciosamente para después subir por el tan conocido camino hasta la habitación de su mejor amiga, Sam Styles, la cual por la hora que era se suponía que debería estar en casa.

Antes de entrar suspiró profundamente para dejar de soltar sus feromonas llenas de sentimientos negativos logrando poner al final su mejor sonrisa, tocó un par de veces la puerta y entró sin más a la habitación encontrándose rápidamente a su amiga sentada en su escritorio, el cual parecía sacado de Pinterest y siendo recibido por el aroma a cerezas y chocolate de la omega.

—Loueh —saludó afectuosa Sam—, no sabía que venías—frunció el ceño y su nariz mientras Louis se encogía tal vez un poco en su lugar—. ¿Qué pasa? Tú aroma está más pesado de lo normal.

La chica conocía a Louis desde que tenían dieciséis años, sabía cuándo el omega se sentía mal pues su rico olor a miel y limón se hacía más agrio y denso. Se levantó de su lugar para tomar la mano de Louis y llevarlo hasta su cama de cobertor verde.

—Louis me estas preocu-

—Robert me pidió matrimonio —soltó Louis de la nada interrumpiendo a Sam.

La omega parpadeó un par de veces con los ojos muy abiertos, abrió la boca y la volvió a cerrar al segundo, y al final terminó sonriendo. —Enhorabuena Louis.

Estuvo a punto de acercarse al ojiazul para darle un gran abrazo, pero este la volvió a interrumpir.

—Le he dicho que no.

Los brazos de la omega cayeron con una expresión indescifrable. —¿Qué hiciste qué?

—Le he dicho que no —alzó más la voz.

Sam suspiró profundamente antes de colapsar al lado del ojiazul. —Pero ¿Por qué? Tú lo quieres, pero bueno, son demasiados jóvenes para el matrimonio eso lo entiendo y aun así sigo sin entender realmente.

Se le quebró un poco la voz, pero supo ocultarlo. —Cierto, lo quiero.

Ella sabía lo que se venía. —Pero...

—Pero no es el alfa que complementa a mi omega... es un maravilloso alfa, pero no es mi alfa, el que debería hacer brincar a mi omega de la emoción, hacerlo sentir cálido y seguro siempre, él n-no lo es.

—Entonces hay alguien más —comentó uniendo puntos.

—Si —dijo con un temblor para después bajar la mirada a su regazo—. Tu hermano.

Mica se levantó de golpe gritando: —¡¿Harry?!

—¡No grites! Puede escucharte —dijo sonrojado.

—Lo más probable es que esté en su departamento —dijo como si fuera lo más obvio del mundo para después volverse a sentar al lado del omega—. ¿Cómo fue que eso pasó? ¿Él lo sabe? ¿Por qué andabas con Robert entonces? ¿Por qué nunca me dijiste?

—Alto —exclamó antes de que le hiciera un millón de preguntas más—. Creo que desde la primera vez que vine a tu casa para ese proyecto y él estaba en la cocina ayudando a tu mamá, presentándose amablemente con sus lindos hoyuelos y carisma, y me dio ese extraño revoloteo en el estómago; creo que desde ahí —oía como su mejor amiga chiflaba con ironía haciéndolo rodar los ojos—. No, no lo sabe. Y andaba con Robert porque-

No pudo terminar ya que la puerta se abrió de golpe asustándolos a ambos al percibir el cargado y preocupado olor a manzana y canela de... Harry.

El alfa entró un poco intranquilo a la habitación con su cabello sujetado por un moño y vistiendo ropa deportiva. Examinó el cuarto rápidamente para después recargarse sobre el umbral de la puerta mirando a ambos omegas con el ceño fruncido, pareciendo que trataba de descubrir por su cuenta qué ocurría.

Say you'll always keep me (l.s) ღ omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora