Banana ( Chanin )

d i e c i s i e te

—Muchas gracias por todo, Sr. y Sra.Bang. Han sido muy amable conmigo— Cuando terminó de hablar, se inclinó hacia ambos adultos en agradecimiento por haberle permitido pasar estas mini vacaciones con Chan en casa.

—Gracias por querer a nuestro hijo, Jeongin. Nos encantó tenerte aquí en casa.

—No puedo decir lo mismo después de no poder dormir bien estas noches— Se oyó al menor de los Bang susurrar. Chan se rió y sostuvo la mano de Jeongin porque casi se avergüenza.

Llevaban sus maletas a la entrada de la casa y las pusieron en el taxi que les esperaba para ir a la estación de tren.

—Chan, no olvides que en las vacaciones de invierno Sana y Lucas irán a Seúl.— El hombre de pelo oscuro asintió a lo que dijo su madre y se despidieron, moviendo sus manos en el aire.

Estas fueron unas mini vacaciones muy buenas. Conocer a los padres de Chan no fue tan malo como esperaba inicialmente, después de todo. Llegaron a la terminal e hicieron el papeleo habitual, pasaron los documentos de identificación y comprobaron lo que tenían a mano, luego los trabajadores trasladaron sus maletas a uno de los vagones del tren que estaba listo para ir a Seúl. El viaje sería largo, por suerte los asientos eran muy cómodos.

—¿Te das cuenta de que fue nuestro primer viaje juntos?— Preguntó el pelirrojo.

—Sí, el primero de muchos— Ambos sonrieron y descansaron la cabeza para dormir un poco.

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—¿Estás haciendo los deberes?— Preguntó Chan, entrando en la habitación del menor, observando lo que estaba haciendo con su teléfono móvil en la mano.

—No, estoy hablando con mi madre. Ella dijo que te envía saludos y que quiere conocerte. Ella vendrá a verme durante las vacaciones de invierno, así que también traerá a mi hermano.— Chan estaba feliz con la noticia, ya que ambos conocen a la familia del otro. Fue un gran paso en su relación.

—Estoy emocionado de conocerlos.— Su sonrisa era mucho más grande esta vez y se acercó a su pareja para rodearlo con sus brazos y abrazarlo con mucha fuerza.

—Estoy muy feliz, cariño.

—Quiero que los conozcas.— Se tomó un poco de distancia solo para eliminarlo de nuevo, dándole un beso cálido al niño. Fue un beso dulce sin prisa, un beso inocente. Sus labios se tocaron, lo que causó una sensación indescriptible en ambos. Era la primera vez que se besaban de esa manera, sin motivos ocultos. Solo querían amarse en ese momento.