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Amelie había llegado a Francia hace unos días

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Amelie había llegado a Francia hace unos días. Después de ese día no volvió a ver a ninguno de los chicos, ya que cada uno iba por su camino.

Igualmente mantenía contacto con la mayoría de ellos, principalmente con los que son sus amigos.

En este momento estaba en Facetime con Lean.

-- Sí, Lean. Estoy muy bien, no te preocupes-- Ya le había explicado varias veces a su mejor amigo que se encontraba bien, pero paredes parecía no entender. Él siempre se preocupó mucho por ella, Ame era una de las personas más importantes en su vida, no quería perderla nunca. Por nada en el mundo. Ella también le tenía mucho cariño, eran como hermanos, ambos se complementaban. -- Te amo, no te preocupes más.

-- ¿Segura, Ame? -- Cuestionó. Seguía insistiendo. -- ¿Querés que vaya?-- Antes ya le había dicho de ir a visitarla hasta Francia, él ahora estaba de vacaciones, pero próximamente comenzaban los entramientos. Ella se había negado, le dijo que disfrute de su estadía en la cabaña que se encontraba y que se tranquilice. -- Ame, en serio. Vos sabes que voy, eh.

Ella sonrió y negó.

-- No, Lean. Vos estás de vacaciones con la familia, yo estoy bien acá. Además disfruta lo poco que te queda -- En verdad Ame no quería que él deje de disfrutar para venir y estar con ella. Lo extrañaba, sí. Pero también entendía que cada uno tenía su vida y que ya no podían estar juntos como antes, ahora él tenía una familia y además, cada uno tiene sus responsabilidades. -- Te extraño. Pero tengo que acostumbrarme a tenerte lejos.

-- Ame -- La llamó. -- Vos te acordas de mi promesa, ¿No? -- Dijo él. Ella la recordaba bien, era una promesa que a él se le había ocurrido años atrás, cuando tuvo que dejar todo para salir adelante y seguir su sueño de ser futbolista. -- Las promesas no se rompen, Ame. Vos sabes que la voy a cumplir, espero vos también pongas de tu parte.

-- Sí, la recuerdo-- Dijo ella con nostalgia. Nunca olvidaría ese día. -- Me habías prometido que como sea, vamos a poder vivir juntos en una casa grande y linda. Con tu familia y yo con la mía, pero todos juntos, sin separarnos-- Repitió ella las palabras que él había pronunciado aquél día.

decepción.  ୨ৎ    otamendiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora