2 • Dolor

249 7 6
                                    

—¿Marinette?—Mi madre me llama, maldición, me ha visto llorar.

—¿Por qué lloras?

—Por nada, estoy bien.

—A mí no me engañas, dime ahora mismo qué te pasa.

—Mamá estoy bien de verdad, ya no te preocupes más por mí.

—Mira Marinette lo único que espero es que no me causes problemas y menos en mi trabajo no quiero perderlo y mucho menos por tu culpa.

—Puedes estar tranquila, no haré nada que pueda perjudicar tu trabajo mamá.

—Muchas gracias, y ya deja de llorar, me estresa que lo hagas.

—Como digas..

Simplemente deja el cuarto de servicio y yo salgo después de ella, llegando a una plaza en donde me quedo a seguir derramando mi tristeza y mi profundo dolor. Odio a ese maldito hombre deseo que se muera para que me deje en paz lo detesto.

Mis lágrimas siguen saliendo sin detenerse. Unos segundos después logro ver a Tikki volando frente a mí.

—Es un desgraciado ese hombre.

—T-Tikki..

—Marinette debes hacer algo al respecto.

—No puedo, si digo aunque sea una sola palabra, ese hombre es capaz de destruir mi vida y la de mi madre y no puedo permitir que eso suceda. . . Es un hombre muy poderoso..

—¡Pero Marinette!

—Nada Tikki, seguiré callada por el bien mío y sobre todo el de mi madre y padre, me moriría si ese hombre llega a hacerles daño no podría seguir con mi vida si les llegara a hacer alguna cosa mala.

—Es que ¡Él no se puede salir con la suya! Marinette..

—Es mi decisión y debes respetarla, por favor Tikki hazlo..

—Dios es que no puede ser.

Ella vuelve a esconderse y yo sigo soltando más y más lágrimas siento rabia e impotencia, no puede ser que no pueda hacer nada para defenderme.
Ese maldito me tiene asustada y amenazada no puedo hacer absolutamente nada ¡Dios!

































Puedo ver claramente una pequeña caja con hojas de gillette saco una y acerco el filo a la piel de mi brazo para cortarla de un veloz movimiento, el corte se abre y sangre comienza a salir en unos cuantos segundos, siento ardor, comezón y dolor todo junto pero puedo soportarlo. Esto no se compara al dolor que siento por ser violada por ese maldito hombre, lo maldigo, mil veces maldito. Lo odio con todas mis fuerzas por dañarme de esa manera, por lastimarme tan salvajemente sin piedad alguna. Espero de todo corazón que muera muy pronto para que ya me deje en paz de una vez por todas.

Salgo y busco un chaleco el cual me coloco para ocultar mis brazos y con ello mi herida no quiero que mi mamá se enoje y me empiece a regañar y reclamar como hace siempre que yo hago alguna cosa.


Ya no quiero que me duela más, por favor. . . .

Esclava Sexual • MLB, AdrinetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora