Narradora
Marinette nuevamente está viviendo el mismo infierno. Siendo ultrajada por aquel hombre tan despiadado y agresivo.
—Eres tan hermosa Marinette que no me puedo resistir.—Le dice en su oído.
La peli azul tiene la mirada perdida sus ojos no reflejan más que un inmenso vacío por dentro ha perdido el brillo que la caracterizaba, ahora luce como si estuviese muerta en vida.Quiero despertar de esta pesadilla, ¡Ahora!
A la mañana siguiente Marinette se dirigió al baño en donde comenzó a cortar sus brazos nuevamente, Gabriel vió los cortes y heridas de ella pero no le importaron en lo absoluto no les prestó atención alguna. Marinette cierra sus ojos, su entrepierna duele y arde demasiado tanto que es insoportable pero a ella eso ya no le importa tanto.
—Me quiero morir, sería feliz al fin y ya no sufriría por nada ni nadie.
—Marinette mi padre—
Adrien se quedó callado al ver los brazos de la joven.
—Qué es esto, acaso tú..
—Me tengo que ir.
—No, tú no irás a ninguna parte, explícame ya esto.
—No hay nada que explicar joven, déjeme ir por favor.
—Te estás haciendo daño y eso no se puede ignorar tan fácilmente, Marinette ¿Por qué lo haces?
Marinette en un parpadeo recordó todo el daño que le fue causado por ese hombre, y convencida de que Adrien no le creerá si se lo cuenta decide evadirlo.
—Debo irme, adiós.
Ella se zafa y logra escaparse evitando así las preguntas del chico.
—¿Viste sus brazos, Plagga?
Le pregunta a su kwami que salió volando delante de él.
—Los tiene destruidos y llenos de cortes.
—Qué horror ¿Crees que le haya pasado algo malo?
—Es lo que averiguaré no pienso dejarla sola y menos después de descubrir algo como esto, ella va a contar conmigo siempre aunque no lo sepa. . .
Por otro lado Marinette dejó la mansión para dirigirse a la misma plaza de antes, con su mano izquierda puesta sobre las heridas de su brazo derecho sintiendo la sangre fresca y la sangre seca y las líneas. Ella se asusta y comienza a llorar su corazón se acelera a tal grado que su miedo aumenta.
—Cuándo moriré Dios mío. . .
Horas después ella regresa a la casa y se reencuentra en el cuarto de servicio con Adrien.
—Q-qué hace aquí joven.
Él se levanta avanza hacia ella y agarra sus muñecas para luego de las mismas jalar sus brazos hacia adelante dejando ver todas sus heridas y cortes.
—Quiero saber por qué haces esto.
—No puedo decírselo.
—Deja de hablarme de usted y con tanta formalidad, tenemos prácticamente la misma edad.
—Lo siento mucho, pero es por respeto.
—Y no por hablarme de tú dejarás de respetarme, vamos tuteame.
—......
—Sí no quieres está bien, pero al menos dime por qué cortas tus brazos.
—¿Para qué quiere saber eso?
—Porque estoy preocupado por ti, ver tus brazos tan heridos me movió todo por dentro siento que algo no anda bien contigo y es muy preocupante para mí.
—Estoy bien y agradezco su preocupación.
—¿Cómo puedes estar bien teniendo tus brazos así?
Marinette no sabe que responder ante eso.
—Sí hay algo, lo que sea que esté sucediendo puedes decirme y confiar en mí yo te ayudaré.
—Lo siento no puedo.
—Marinette.
—¿Puede irse por favor?
Necesito estar sola un momento.—Pero...
—Por favor.
—Está bien, te dejaré sola pero después volveré a ver como sigues porque no dejas de preocuparme.
—¿Aún nada?
Le pregunta Plagga a su portador al verlo tan pensativo.
—Sí Plagga, aún nada, ella no piensa decirme nada se negó rotundamente a decirme una sola palabra.
—¿Qué crees que le esté pasando?
—Sea lo que sea no debe ser bueno para nada, si ese algo la lleva a hacer tales cosas con sus brazos no debe ser bueno, todo lo contrario.
—Yo te ayudaré a descubrirlo.
—¿De verdad Plagga?
—Por supuesto que sí.
—Muchísimas gracias amigo.
—No hay de que, investigaré por mi propia cuenta y veré si descubro algo y si es así no dudaré en venir a decirte.
—Me alegra contar contigo para esto.
Plagga deja a Adrien para ir al cuarto donde se encuentra Marinette y ahí ve a Tikki hablar con la joven.
—¡Es que ese hombre no puede seguir dañandote así! Marinette por el amor de Dios debes hablarlo con Adrien
¡O con quién sea!—¿Estás loca? No pienso perjudicar a mis padres por mi culpa, prefiero que ellos estén bien antes de hablar.
—No puedo creer que te sacrifiques de esa manera por tus padres,
¡No está bien!—¿Y qué quieres que haga entonces?
Confieso todo y como consecuencia de ello mis padres, las personas que más amo sufrirían serían heridas por ese monstruo de Gabriel Agreste yo no podría soportar que él les hiciera algo malo.—Juro que no te entiendo.
¿Quién será ese hombre del que hablan?
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Esclava Sexual • MLB, Adrinette
Dla nastolatkówSin quererlo ni buscarlo Marinette se convierte en la esclava sexual del exitoso empresario; Gabriel Agreste,. Días y noches soportando ser suya sintiendo y aguantando un intenso dolor que parece interminable, que la destruye por dentro. La esperanz...