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—entonces a dónde desea ir mi esposa..—lo mire dudosa—dicen que hay un hermoso campo de flores por este maravilloso pueblo
¿Un campo de flores? Eso sería lo más bello que quisiera ver
—y también hay una pequeña feria cerca también
¿Una feria?
—y dime ¿A dónde te gustaría ir?
—los dos son grandes lugares pero no sé si tú...
—esta decidido iremos a esos lugares así que cámbiate—me sonrió pasando un dedo sobre mi espalda dándome un respingo—o deseas que nos quedemos en casa y volvemos hacer el amor
Ok eso me sonrojo a no poder que me levanté de la cama haciendo que se voltee para que no me vea cosa que le dió gracia ya que "no necesitas esconder lo que ya ví"
Me puse roja que me dió un beso en mis labios y se volteo aún sonriendo se que es estúpido y que tiene razón pero me siento nerviosa de que me vea desnuda ya que si fuera shion no le importaría
Pero no soy ella, yo soy hinata y con este viaje de luna de miel haré que se enamore de mi aunque me cueste la vida. Cuando termine de cambiarme se volteo y me sonrió que tomo mi mano y salimos de esa casa
—primero iremos ala feria que se ve que está muy interesante
—por supuesto amor...
Caminamos por un buen rato y llegamos a una gran feria que se veía realmente hermosa
—mira sh...—puse un dedo en sus labios y lo miré—es decir mira mi amor ¿No es increíble?
Verlo maravillarse de la feria que parece un niño en el cuerpo de un adulto tan sexy, verlo correr por todas las atracciones y los juegos
—ven vamos a jugar ¿Si?
Asentí y nos pusimos a jugar cada juego que siempre perdía y yo ganaba o a veces lo dejaba ganar para que no se sintiera mal y nos subimos a todos los juegos que no vimos la hora y estaba empezando a oscurecer
—si que fue un día divertido ¿Verdad?—asentí—ya que te va a encantar el campo de flores ya que estamos en esta época del año las veremos ya florecidas cómo lo decía el folleto que leí
—se que se veran hermosa...
—espero que si...
Caminamos por un buen rato hasta que llegamos ya que es un día de semana no había nadie que se veía demasiado tranquilo solo para nosotros dos solos con este hermoso atardecer que de cerca se ven realmente....
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Hermosa
—¿Que te parece? ¿Te gusta estar aquí?
—es hermoso narut...
Puso un dedo en mis labios y mirándome con esos hermosos ojos azules
—recuerda la regla amor pero te la pasare ya que cuando hacíamos el amor repetías mi nombre una y otra vez
—yo...—me sonroje—¿En verdad dije tu nombre?
—asi es...—beso mis labios—pero siendo mi consentida te lo dejaré pasar solo está ves
—que bueno que lo sea si no hubiera perdido otra vez
—es solo una pequeña ventaja amor—me sonrió—vamos ya que el campo de flores es solo para nosotros
Entramos y el sol se había metido haciendo oscura la noche de no ser por la luna que alumbra este hermoso lugar
—es muy hermosa cariño gracias
—no me agradezcas yo lo hago porque te amo y nada ni nadie lo va a cambiar—me miró—te lo prometo
—y yo te prometo ser la mejor esposa para que no te avergüences de mi
—jamas lo haría ya que eres mi motivo de vivir
—y tu el mío jamás lo olvides cariño...
Tocó mi mejilla con su mano que lentamente nos acercamos y nos besamos lentamente que se intercetaba de una manera exquisita jugando a conocernos e inspeccionando cada espacio entré los dos pasando a los besos pasionados
Y sentir ese aire fresco dónde estábamos seguimos besándonos una y otra vez que empezó a recorrer mi espalda con la yema de sus dedos, haciéndome vibrar a cada segundo ante su toqué. Me faltaba el aire, pero no quería despegarme de sus maravillosos e increíbles labios
Después de unos momentos, abandonó mis labios para bajar y dejarme besos húmedos por todo mi cuello que bajó sus manos con cuidado por mi cintura, estremeciéndome llegando hasta el cierre de mi vestido bajando lo haciendo que se resbalara enseguida por todo mi cuerpo, hasta caer por completo a nuestros pies.
Ver cómo observaba mi figura con algo de lujuria en su rostro, y se mordió el labio. Yo me sonrojé pero sonreí al saber que me desea tanto como yo
Comenzó a quitarse su playera mientras lo observaba solamente su perfectamente formado torso que me mordí el labio como lo hizo el
Solo por estos dos años este hombre es mío y verlo quitarse la ropa frente a mí sin ningún inconveniente aparente, me hizo comencé a sentirme nerviosa
—tranquila —me murmuró, para luego depositar un casto beso en mis labios—solo confía en mí
Asentí nuevamente tratando de estar tranquila que cerré mis ojos durante un instante. Al momento de abrirlos, noté que ya había retirado también sus pantalones que no tardó en retirar las prendas que aún estorbarían en nuestro cometido
Me tomó de la cintura, y me levantó con sumo cuidado, haciendo que me apoye contra el arbol que teníamos en frente de nosotros pegandome en el que le rodeé la cintura con ambas piernas
Nos fuimos uniendo lenta, intensa, y profundamente a pesar de que ya había sido suya en la primera noche como esposos aún me duele
—¿Estás bien? ¿Mi amor?
La ternura de su pregunta, hizo que todo el dolor que invadió mis entrañas, se desvaneciera en el acto que mi respiración fue haciéndose más pesada, y asentí mordiendo mi labio inferior.
Que me removí inquieta entre sus brazos y me seguía sosteniendo con fuerza, y me besó una vez más en los labios, antes de empezar a moverse.
Se movía lentamente, quizás demasiado. Se aferraba con fuerza a mí, apretando mis caderas, presionándome contra el arbol que nos recostábamos. Se que al otro día me va a doler pero por tenerlo así vale la pena
—te…amo—le dije entre jadeos y gemidos—te amo
—yo también te amo
Y continuó en su delicioso actuar. Me enloquecía. No me molestaría si alguien dijera que estaba loca por ese hombre, pues así era. Estaba locamente enamorada de el
Nos derretíamos, vibrábamos, enloquecíamos con cada roce de nuestros cuerpos. Con cada contacto, me sentía cada vez más suya que sentía que en cuestión de minutos no soportaría más.
Segundos después de que yo alcancé mi límite, lo sentí apoyar su frente, exhausto, sobre mi hombro que aún se encontraba húmedo debido al sudor.
Me bajó con suavidad sobre el frío césped mojado por el rocío, y se me hizo sumamente difícil volver a sentir mis piernas.
Juntos nos tendimos sobre el empastado y miramos las estrellas con quietud que me acurruqué contra su pecho, y él me rodeó tiernamente con sus grandes brazos.
—esto es lo más maravilloso que hemos hecho amor—beso mi frente —te amo
Miramos unos minutos más las estrellas y nos pusimos nuestras ropas y entrelazando nuestras manos nos fuimos a casa donde nuestra pasión nos ganó y volvimos a hacer el amor de la única manera que sabemos
