-¡Santi mira, por allá! ¡Hay nuevos peces!-. Me tomó de la mano y corrio hacia el tanque con nuevos peces.
Luego de salir corriendo del Coffie Lion bajamos en un ascensor al nivel familiar, el tercer piso debajo del nivel principal. Ella enserio amaba estar aquí y ver a los peces.
-Jaja mira ese está lindo, se parece a ti-. Dije entre risas mostrándole un pecesillo que por sus manchas en los ojos parecía tener pequeñas gafas.
-Ey no es cierto-. Entre cerró sus ojos.
-Claro que si, al menos admite que es lindo, mira sus colores-. El pequeño pecesillo tenía un color amarillo con algunas manchas de color negro.
-Si bueno, si está lindo, pero no se parece a mí-. Me miró con una cara de enojo fingida escondiendo su sonrisa. -Sigamos mirandoooo-. Emocionada, me siguió tomando de la mano y me paseó por todo el acuario.
Habían peces muy lindos, algunos eran peces payaso, otros peces cirujano, peces angel y una gran variedad de otros pecesillos muy lindos y coloridos junto a estrellas de mar, pequeños erizos, caballitos de mar y en un tanque muy grande había una familia de pulpos, los cuales eran mis favoritos, me gustan mucho los pulpos, se podía decir que eran mi exhibición favorita de todo en acuario, por otro lado a Melissa le fascinaban los caballitos de mar muy coloridos.
Seguimos paseando y llegamos a una pequeña zona que tenía el suelo en forma de círculos que hacían de puente para cruzar a la sección para niños del acuario, el puente se encontraba sobre un estanque dividido en dos, dónde de un lado se encontraban peces Koi y del otro tiburones gato.
-Santi... ¿Que son esos...?-. Apretó fuerte mi mano al ver del lado de los tiburones.
-Son tiburones gato, o tiburones nodriza, habitan en el fondo marino de las aguas tropicales-.
-Mmm-. Apretó aún más fuerte mi mano.
-Missa me lastimas-. Le dije al sentir mi mano un poco incómoda.
-Lo siento, lo siento, lo siento-. Se disculpó soltando mi mano.
-¿Qué pasa?-.
-Nada... Es solo que... Me dan un poco de miedo...-.
-Tranquila ¿Si? Estás conmigo, no te pasará nada, primero me caigo yo antes que tú jaja-. Reí al ver su cara observando fijamente a los tiburones.
-No digas eso Santi por Dios-.
-Jaja calma era chiste, pero no te pasará nada, sigamos-.
Entrelazó su brazo con el mío y seguimos caminando hasta llegar a la zona para niños del acuario, allí, había una enorme mesa con con agua dentro para que los niños pudieran interactuar con los animales que se encontraban habitando allí, los niños tenían acceso a tocar estrellas de mar, erizos, esponjas de mar entre otro pequeños animales, siempre con personas encargadas de supervisar la actividad de los pequeños y con reglas para que ni los niños ni los animalitos salieran lastimados.
Melissa y yo nos acercamos a la gran mesa y una chica encargada de la supervisión procedió a explicarnos las reglas, no sacar los animales fuera del agua, no forzar a las estrellas de mar a despegarse, tener cuidado de no apretar a los erizos y tocar suavemente a los animales para no hacerles daño.
Luego de oír las reglas y lavarnos las manos, caminamos entre los niños buscando un lugar libre para nosotros, al encontrarlo metimos las manos en el agua y empezamos a interactuar con los animales que habían dentro.
-Missa mira esta pequeña estrella magenta, me encanta-. Hablé pasando mi dedo suavemente por la piel algo asspera del animal.
-Esa está muy linda, me gusta su color magenta, pero mi favorita es esta roja-. Respondió pasando su dedo por la estrella pegada a una piedrita.