Algunas horas más tarde.
Samar, Castillo del Rey de los Hombres Lobo, Salón de Entrada.
"¡Mi Hijo!" Una mujer con cabello negro largo y lacio y ojos verdes gritó mientras abrazaba a un niño.
Su rostro era de pura preocupación; el aura maternal que exudaba de su cuerpo incomodaba a la joven loba.
"Ugh, Madre, suéltame." Thomas se sintió impotente.
De repente, la mujer dejó de abrazar al niño y lo miró con una mirada fría:
"Te fuiste unos días, ¿Y ya olvidaste cómo llamarme?"
Thomas sintió que un escalofrío le recorría la espalda y, con gran dificultad, habló:
"... Mami."
"¡Hmm! ¡Bien! Ese es mi chico". Ella asintió, satisfecha mientras lo abrazaba más fuerte.
"Ugh..." Thomas se dio por vencido en hacer cualquier cosa.
Ahora, no se equivoquen, él amaba a su madre, pero... Ella tendía a ser muy pegajosa a veces, y eso a él realmente no le gustaba.
Anderson miró a la mujer. Ella medía 175 cm de altura, con piel de chocolate como él. Llevaba un vestido de aspecto majestuoso que parecía sacado directamente del antiguo Egipto y, al mismo tiempo, parecía ser la líder de una tribu. El vestido era bastante revelador, dejando el vientre, las piernas y los brazos al descubierto. Su atuendo no tenía ningún tipo de calzado, dejando sus delicados pies expuestos a la intemperie.
La mujer que estaba abrazando a Thomas era Tasha, la Reina de los Hombres Lobo.
"Madre, ¿Qué pasó? ¿Por qué renunciaste a dejar a Samar a mitad de camino?"
Tasha de repente dejó de abrazar a Thomas y miró a Anderson.
Su expresión facial cambió de una madre cariñosa y amable a una mujer fría y severa.
Ningún rastro de la madre amorosa yacía presente en el rostro de la mujer. Ahora, ella era solo una reina que tenía responsabilidades que cumplir.
Tasha se levantó y con una leve sonrisa en su rostro, le dijo a Thomas:
"Cariño, debes haber pasado por mucho; debes descansar."
"... Sí Mami." Thomas sabía que no podía negarlo. No fue una petición; era una orden, una orden contra la que no tenía derecho a argumentar. Sabía cuál sería su destino si desobedecía a su madre.
En el momento en que Thomas salió de la habitación, seis hombres vestidos con atuendos completamente oscuros aparecieron de rodillas frente a la Reina.
"Protégelo. Quiero vigilancia las 24 horas, los 7 días de la semana."
Los seis hombres asintieron simultáneamente y desaparecieron frente a Tasha.
Tasha miró a su segundo hijo mayor:
"En primer lugar, buen trabajo rescatando a tu hermano. Estoy orgulloso de ti, hijo mío."
"Mm, no hice el trabajo pesado. No tienes que agradecerme." Anderson descartó las palabras de Tasha y agregó:
"La Manada siempre es lo primero; así es como operan los Lobos."
Sin importarle el tono de voz de su hijo, después de todo, estaba acostumbrada a su hijo rebelde, Tasha continuó:
"Cuéntame qué pasó en detalle."
Anderson frunció el ceño, "... ¿Tus subordinados ya no te informaron?"
"Sí, lo hicieron." Los ojos de Tasha brillaron ligeramente de color azul neón, lo que sugiere una molestia menor, pero pronto el color de sus ojos volvió a la normalidad:
ESTÁS LEYENDO
Mis Tres Esposas Son Hermosas Vampiros『 3 』
FantasyVíctor era un hombre normal de 21 años, creció en una familia amorosa que lo ayudó a cuidarse sabiendo que tenía una enfermedad prácticamente incurable, la sangre RH nula, era dueño de un tipo de sangre raro.. Pero lo que Víctor no sabía, es que es...
