Ellos se conocían desde que eran niños.Ellos siempre se vieron con ojos brillosos.
Ojos llenos de amor.
Ambos tenían los mismos sueños, las mismas metas.
Habían planeado su vida entera ni bien pudieron hacerlo.
En su historia hubo tantas, tantas cosas.
Tantos, tantos problemas.
Probablemente soy conocedor de menos de la mitad de todos ellos.
Pero por alguna razón que aún no averiguo, lograron seguir adelante. Seguir juntos.
No entiendo bien el por qué. Quizás porque se amaban con locura.
Se amaban con una intensidad que yo nunca he visto en otros.
Se amaban.
De la forma más ruidosa, e incluso en silencio.
Se amaban con palabras y sin ellas.
Se amaban con enojo, con calma y con tristeza.
Todo el mundo lo sabía
ese par habían sido creados para estar juntos.
Solo con ver lo bien que se complementaban en batalla
se podía incluso palpar la conexión tan profunda que mantenían.
Por eso cuando
la muerte abrazó a uno de ellos
No solo lloró su amado.
Lloró el cielo.
El mundo entero lloró por él.
Jamás podrían volver a estar juntos. Al menos no en este plano, en este mundo.
La muerte se llevó a uno de ellos.
Dejando al otro, muerto en vida.
Había dado su último aliento en los brazos del amor de su vida.
Los días ya no tenían color. El destino lo había envuelto en una escala de grises.Su vida perdió el sentido. No encontraba razón por la que quedarse.
Le habían arrebatado lo que más amaba en todo el mundo. ¿Por qué seguir después de eso?
Verlo llorar durante horas, hablándole solo a una lápida llena de flores.
Incluso mi frío corazón había sentido la calidez de su tristeza.
Si bien intenté consolarlo en mis brazos, ya no podía.
Nadie podía devolverle la alegría a ese pecoso.
Su sonrisa se hizo ausente, ya no relucia sus dientes.
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Lo que sentimos.
RandomPorque nos alejamos. Porque sufrimos. Porque lloramos. Porque nos abrazamos. Porque sentimos juntos. Porque nos necesitamos.