Intercambio de Regalos. [Kookmin]

🎄O2🎄

O8:OO pm.

Las personas ya estaban llegando a la enorme casa y el aún arreglando sus últimos detalles.

Jimin se encontraba un poco desesperado pues su vestimenta no terminaba de convencerlo pero realmente ya era muy tarde y tenía que recibir a sus familiares, por lo que terminando su leve maquillaje, se colocó perfume con olor a vainilla y se miro por última vez al espejo antes de bajar.

Cuando caminó por las escaleras, llamo la atención de varios presentes, siendo saludado con cariño por sus tías, tíos, primos y algunos amigos de estos.
Después de los saludos, se fijó que no había recibido uno en específico por lo que inconsciente o concientemente comenzó a buscar a esa persona con la mirada, encontrando a alguien cercano a lo que buscaba.

Se acercó a su primo, quien hablaba enérgicamente con sus amigos y se detuvo en el camino al ver a quien buscaba.

Soltó un suspiro de enamorado al ver a un chico pelinegro con las puntas de su cabello rojas.
Vestía una camisa blanca con los primeros dos botones desabrochados, un pantalón de vestir negro con rayas grises y unos zapatos negros. Su cabello estaba perfectamente planchado hacia abajo y tenía una sonrisa demasiado hermosa.

Inhaló y exhaló, relajándose un poco para caminar con "tranquilidad" hasta el grupo.

— Hola, chicos — saludó con una leve sonrisa, llamando la atención de los tres jóvenes.

— Oh, hola, Jiminnie, te ves genial — dijo su primo, Seokjin.

— Hola, Jimin, que bien te ves hoy — comentó Namjoon tomando la mano de Jin.

— Gracias, ustedes también se ven muy bien está noche —

Y luego hubo un silencio en dónde los tres voltearon a ver al chico pelinegro, quien tenía la boca levemente abierta y miraba con ojos brillosos al recién llegado.

— Eeh H-hola, Jimin — sonrió levemente bajando la mirada.

— Hola, Jungkook — dijo devolviéndole el gesto.

Nuevamente se quedaron en un silencio algo incómodo para los mayores.

— Emm amor, ¿Quieres algo de beber? Buscaré poché en la mesa — interrumpió el silencio Namjoon, mirando al castaño de labios gruesos.

— Si, claro... Vamos —

Y así dejaron a los dos chicos menores solos.
Ambos se miraron por un segundo y sonrieron incómodos.

— Mmm ¿Quieres ir al jardín? Hay mucha bulla aquí — sugirió el peligris señalando la puerta hacia el jardín tracero.

— Si, vamos —

Entonces ambos caminaron juntos y se sentaron en una especie de banca de madera que colgaba de la enorme rama de un árbol.

— Estás más lindo de lo que ya eres la noche de hoy — comenzó el mayor mirando sus piernas, por lo que no logro ver el leve sonrojo del chico a su lado.

— Gracias — sonrió avergonzado — Tu también estás muy guapo esta noche —

Ambos se miraron al mismo tiempo y sonrieron tiernamente al otro.

Entonces llamaron a la cena y al intercambio de regalos.