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Después de que todos se entregarán los regalos, la fiesta siguió, y Jimin y Jungkook, quienes eran amantes del silencio y la tranquilidad, se dirigieron a la misma banca en dónde estaban antes, ahí no se escuchaba más que el murmullo lejano de la música navideña y las voces de la gente.

— Esta chaqueta es realmente linda — comentó el pelinegro acabando con el silencio — No debiste, seguramente costó un riñón, y no lo vale —

— Si lo vale, lo vales — contesto el menor elevando sus cejas, dejando al contrario callado — Más bien no debiste comprarme el libro, probablemente costo conseguir la edición coreana —

— Mmm realmente no. En una librería que no muchas personas conocen lo tenía, me hubiera gustado comprarlo nuevo pero es de segunda mano —

— ¿Y crees que me importa? Sigue siendo un libro. Joder, no me lo creo, es el mejor regalo del mundo — sonrió.

— Me alegra que te gustará —

Ambos se sonrieron tiernamente hasta que sus miradas conectaron como imanes que no podían ni querían despegarse.
Cada uno detallo el rostro del otro con dedicación e inconsciente se acercaron muy lentamente, hasta que el menor suspiro apartando la mirada.

-— ¿Por qué gastaste tanto dinero en mí? — cuestionó Jeon con los ojos entrecerrados.

— Eh... Bueno yo... Es que tú... — y lo siguiente el pelinegro no sé lo esperó, quedando en shock al ver cómo Jimin en un arranque de valentía se acercó rápidamente y juntó sus labios con los contrarios en un roce sin movimiento y por unos segundos.

Cuando se separó, Jungkook tenía los ojos abiertos en grata sorpresa, tragó saliva con dificultad y miro al otro chico aún sin salir del shock.

— D-dios... Perdón, en serio disculpa, lo siento. Diablos, no debí hacer eso, yo... No sé porqué lo hice, discul- —

No pudo seguir hablando pues los labios del más alto lo interrumpieron con un beso. El chico lo tenía de la nuca, y en un momento comenzó a mover sus labios esperando ser correspondido.
Y Jimin después de asimilar por un momento lo que estaba pasando, cerró sus ojos lentamente y comenzó a mover sus labios siguiendo el lento ritmo.

Cuando el peligris paso sus manos por el cuello de Jeon acariciando su cabello, el mencionado le tomo de la cintura con tal delicadeza que parecía tener miedo a romperlo.

Cuando ambos se quedaron sin aire, se separaron con los ojos cerrados y unieron sus frentes.

— Wow — susurraron al mismo tiempo haciendo que se rieran levemente.

— Jungkook... Me gustas, y gastaría hasta el último centavo de mi cuenta por tí —

— Y yo te regalaría todos los libros que quieras e incluso una biblioteca entera solo para verte sonreír, me encantaría pasar mis días contigo —

— ¿Eso es una propuesta de que seamos pareja? —

— Oh, déjame hacerlo bien — aclaró su garganta para comenzar a hablar — Park Jimin, juro comprar cada uno de los libros que quieras, juro protejer te y quererte hasta donde me lo permitas — lo miro a los ojos — Si quieres... ¿Podrías ser mi novio? —

— Vaya... Es la propuesta más tentadora y linda que me han dicho en mis veinte años de vida — rió feliz el menor — Claro que quiero. Me gustaría conocer cada una de tus facetas y saber cada uno de tus secretos —

— De echo, es la propuesta que más me salió del corazón y la respuesta más poética que he recibido en mis veinticuatro años de vida —

Ambos después de reír, unieron sus labios con ternura, cerrando esa poco elaborada promesa de estar juntos.

Quién diría que ese Intercambio de Regalos les daría una oportunidad a ambos de demostrar los sentimientos que tenían por el otro...

— Feliz navidad, Jungkook —

— Feliz navidad, Jimin —

Y así terminó su noche buena, con el chico que les gustaba, correspondiendo esas sensaciones.

Intercambio de Regalos. [Kookmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora