Atelier

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Mansion Agreste
11:30 am

Nathalie no sabía que responder, quería decirle que si ,quería decirle que la hiciera suya pero a la vez no,  por que sabía que si lo hacía no iba poder olvídalo.
Su conciencia y si corazón estaban discutiendo no sabía que hacer , de tanto darle vueltas al asunto mando todo al carajo y le respondió.
- Yo estoy aquí , para obederlo , Señor.

Esto encendió algo en Gabriel que jamás había sentido , una excitacion tan grande que un bulto entre sus pantalones no se hizo de esperar.
Nathalie al instante sintió esto, ahí supo un su Jefe estaba decidido, este lentamente empezó a frotar su entrepierna contra ella.
Una lluvia de emociones salio disparada desde la entrepierna de Nathalie recorriendo todo su cuerpo en forma de escalofrío al sentir lo que su Jefe estaba haciendo.

La excitacion se sentia en Atelier , la respiración pesada y exitada de cada uno se escuchaba haciendo que la atmósfera se transformará haciéndolos sentir que se podían entregar unos a otros sin importar que.

Nathalie no pudo soportar más, asi que se dio la vuelta , enredó sus brazos alrededor del cuello de Gabriel para así poder besarlo con más facilidad. Encuanto Nathalie empezó a besar los labios de Gabriel este le desabrocho los botones del traje para así poder quitárselo.

Mientras se comían la boca el uno al otro también se empezaron a  deshacerse de su ropa. El beso era uno tan apasionado, un beso que solo dos personas las cuales llevaban tiempo ocultando sus sentimientos  uno del otro se darían en cuanto tuvieran la oportunidad.
Un beso magnífico que hizo que los dos por ese momento se olvidarán de todo y de todos , y que en ese momento solo existieran ellos dos.

En cuanto los dos estaban en ropa interior , Nathalie no se quedo con las ganas de hacer que todas las fantasías que había imaginado en sus tantas noches de soledad , haci que empezó a bajar los besos y recorrer su pecho con caricias , iba bajando cada vez más hasta estar de rodillas enfrente de la entrepierna de Gabriel.
- Puedo?, Señor
Le pregunto Nathalie viéndolo hacia a los ojos.

-  No sabía que eras así, Nathalie
Respondio Gabriel sonriendo de forma coqueta.
- Claro que puedes.

Nathalie retiró la ropa interior de Gabriel y paso su lengua por toda la longitud de Gabriel hasta llegar a la punta y ahí meterse lo por completo a la boca.
Gabriel hizo su cabeza hacia atrás, cerró los ojos y se dejó llevar por las maravillas que Nathalie podía hacer con la boca. Esta misma con una mano empezó a masturbar el miembro de Gabriel mientras que con la boca se concentró en la punta , besando, chupando y succionando. Haciendo que Gabriel sintiera sensaciones que jamás había experimentado antes.

Después de que Nathalie recorriera de arriba a abajo el miembro de Gabriel con su boca , este se sentia apunto de terminar pero bo quería hacerlo sin antes haber estado dentro de Nathalie , así que hizo que esta se levantara la tomó de la cintura y de nuevo la puso contra su podio , le bajo la ropa interior y sin previo aviso metio su larga longitud dentro de su estrecha abertura. Nathalie solo reacciono con gemido y Gabriel con una mano empezaba a masturbarla mientras que seguía dándole fuertes y profundas estocadas a Nathalie.

El Atelier se inundó de gemidos, suspiros y el sonido de los cuerpos de Gabriel y Nathalie chocando con cada estocada que este le daba a su Asistente.
Los dos se sentian maravillados con el otro , nunca pensaron que se entenderían tan bien en el sexo.

- Ss-s Señor... yo voy a...
Dijo Nathalie intentando no soltar un gemido que pudiera ser audible fuera del Atelier.

- Hasta en esta situación me llamas "Señor" , me encanta.
Comento Gabriel entre jadeos.

- Aah~ , Señor voy a terminar.

- Hazlo Nathalie , es una orden.

En cuanto Gabriel terminó de decir eso , Nathalie llegó a un fantástico órgasmo , en consecuencia Gabriel hizo que Nathalie se volviera arrodillar para así terminar en su boca. Esta gustosa acepto la invitación de poder probar a su jefe.

Se retiró de la comisura de la boca el exceso de semen de Gabriel.
Y se quedo ahi arrodillada ante su jefe , los dos con la respiración agitada, sudados y sin saber que hacer.

Una nueva Invitada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora