Mas Allá...

Cap- 8 Soy tuya...

Cap anterior

Larissa: Yo voy a ser la única que toque entre tus piernas y la única que haga que grites de placer. El único puto nombre que gimas va a ser el mío.

Afirmo y con cada palabra se veía más furiosa.

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Comencé a ponerme más y más nerviosa al sentir su respiración tan cerca y la situación de que Larissa estuviera celandome me excitaba bastante así que decidí seguir con esto

Hagia: Entonces demuéstramelo.

Afirme mirandola amenazante mientras me acercaba a su rostro

Hagia: Hazme saber que soy tuya.

Dije retrocediendo hasta llegar hasta su escritorio y sentarme sobre el

Abrí mis piernas de par en par y ella comenzó a acercarse lentamente

Bajo su mano y la metió por debajo de mi falda

Con su dedo roso suavemente mi punto empapado y necesitado por su toque

De inmediato cerré mis ojos y deje que ella haga los suyo

Larissa: Andas necesitada de mami pequeña zorrita?

Dijo en un tono provocador

Larissa: Te aseguro que ella no podría hacer que te mojes tanto como lo hago yo.

Aseguro bajando lentamente mis bragas

Larissa: Recuerdas como te mojaste la última vez...?

Dijo acariciando mi punto

Yo fruncí el seño y mordi mi labio tratando de no sacar ningún gemido de mi boca

Hagia: yeah mommy

Dije moviendo mi cabeza de arriba abajo

Larissa: la pequeña quiere que haga que empape sus bragas nuevamente?

Dijo formando un puchero en su rostro

Larissa: Dime, zorra!, quieres que haga que te mojes por completo?! -hablo en un tono fuerte y demandante-

Para luego meter un dedo dentro de mi sin previo aviso

No supe contener los gemidos y un grito salió de mi boca

Ella comenzó a bombear dentro mío con rapidez

Me miró de arriba abajo y se detuvo en mis pechos

Los miraba con deseo mientras se relamia los labios

Larissa: Esa camisa resalta tus buenas tetas -mordio su labio-

Larissa: Me dan ganas de darles una buena mordida.

Afirmó la peli blanca

Larissa: Quítate la camisa y déjame ver esas tetas cariño

Yo obedecí sin chistar

Comencé a desabotonar los botones de mi camisa blanca con cuidado, la quite y la tire al otro lado del escritorio

Llevaba un sostén de encaje que se me veía de 10, sabía que le gustaría a Larissa

Ella sin sacar los dedos de dentro de mi se acercó a mis pechos sin pensarlo

Hundió su cara de lleno en ellos y comenzó a besar y morder suavemente estos

Yo solo podía gemir sin contención y limitarme a el placer de sentir sus besos cálidos sobre mi cuerpo frío...

Aparto su rostro de mi y hablo