Santa Claus

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¡Saludos, queridos lectores!

Esta historia corresponde al Día 25 de Diciembre: Santa Claus de la actividad Navi-Mago SasuKarin Month 2022

Esta historia corresponde al Día 25 de Diciembre: Santa Claus de la actividad Navi-Mago SasuKarin Month 2022

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Diez de la noche del veinticuatro de diciembre y Sasuke recién llegaba a su casa tras una misión.

Era Nochebuena y aun así, fuera de los adornos que su novia había puesto en la casa, incluido el muérdago, él no iba a celebrar la festividad solo. Es decir, así como a él le había tocado una misión ese día, a Karin le había tocado hacer turno en el hospital esa noche, por lo que acordaron festejar hasta la siguiente noche.

Con ello en mente, Sasuke recalentó comida que su novia le había dejado en la nevera, cenó y tomó un baño antes de meterse a la cama. Estaba cansado por el viaje y aunque le habría gustado dormir a lado de su querida pelirroja, tendría que esperar.

Para la medianoche, el azabache ya dormía plácidamente, por lo menos hasta que unos ruidos en la ventana lo alertaron.

Al principio creyó que quizá no era nada, eran ruidos sutiles e iba a ignorarlos para seguir durmiendo, hasta que oyó un grito que intentó ahogarse que lo puso en alerta.

De un salto, Sasuke salió de la cama y sabiendo que la persona que estaba afuera estaba tratando de entrar por la ventana, esperó pacientemente al intruso para atraparlo. En cuanto este pisó el balcón, el azabache hizo un movimiento rápido para capturarlo en la oscuridad.

—¡Sasuke! ¡Soy yo! —protestó el intruso cuando él le amenazó con un kunai en la garganta.

—¿Karin? ¿Qué haces aquí? —preguntó el azabache bajando su arma y liberando a la chica a la que sometía— Se supone que estarías trabajando.

—Intentaba darte una sorpresa y ser tu Santa Claus, pero acabas de arruinar mi sorpresa —protestó la chica enderezándose mientras hacía algunos pucheros.

—Hiciste mucho ruido para hacerte llamar Kunoichi —regañó Sasuke ignorando el reclamo de la chica.

—¡Se me atoró la falda en una rama del árbol de allá afuera cuando quise saltar al balcón! —Karin se justificó entrando a la casa— ¡Hace mucho que no me pongo un vestido largo ni hago misiones en campo! —se frotaba los brazos y dió un estornudo— Además tardaste mucho en quedarte dormido, tengo el cuerpo entumido.

—¿De qué hablas? —preguntó Sasuke y en ese momento la pelirroja había encendido la luz de la habitación.

Karin llevaba un vestido rojo, aterciopelado, unas botas negras largas, un sombrero rojo con una borla blanca en la punta y un costal en la mano. En pocas palabras, iba vestida como ayudante de Santa.

—Se rompió —la pelirroja se quejó al ver una orilla de la falda rasgada y estornudó.

Si, Karin llegaba a ponerse atuendos extravagantes cuando quería darle sorpresas a Sasuke, pero en esta ocasión, él estaba un poco confundido. Es decir, los atuendos sorpresa de la pelirroja solían ser entallados, con poca tela y muy sugerentes, pero en esta ocasión, ella llevaba un atuendo bastante recatado.

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