Día 4

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18-12-22

Abrí los ojos y lo primero que hice fue recordarte y llorarte, me invadieron las ganas de estar todo el día en la cama y hundirme en los pensamientos y preguntas que me atormentan desde aquella noche.

No sé de dónde saqué ganas, otra vez, me vestí, me pinté una sonrisa en la cara y fui a cumplir con mis obligaciones como si nada pasara mientras por dentro estoy en mil pedazos.

A la noche vi a mis amigos y qué gente hermosa, es impresionante como siempre se esfuerzan por arreglar cosas que ellos no rompen.

Está terminando el día, estoy pasada de copas y sólo pienso: Insistir, ¿molesta o demuestra?. Me consumen las ganas de mandarte un mensaje y saber cómo estás, de hacerte saber todavía cuánto te quiero, lo mucho que nos extraño y lo que necesito un abrazo tuyo. Decido que mejor me voy a dormir con esta pregunta rondando en mi cabeza y sin hacer ningún movimiento, confiando en que si el destino nos quiere ver juntos se va a encargar solo de que así sea.

Relatos de un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora