⌈ STILL WITH U 🐰 ▌Jeon Jungkook me hacía querer permanecer a su lado ❜
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀·˚🎧🧃🎨˖ ࣪
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ↳ En donde Jungkook se ve
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀incapaz de perdonar a Hanna
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀por su repentina desaparición
⠀⠀⠀⠀⠀⠀cuando ambos eran adolescentes.
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◜🐇 CAPÍTULO OO: ❛ pretendiendo que no existimos ❜ ⠀⠀ ⠀⠀
NUNCA HABÍA SIDO EL TIPO de persona positiva que ve el vaso medio lleno o el arcoíris después de la tormenta. Se podría decir que era todo lo contrario.
Veía el vaso vacío y no tenía expectativas de que hubiera agua cerca que lo pudiese llenar, tampoco esperaba la calma después de la tormenta, pues durante toda mi vida viví en medio de una eterna. Un espantoso e interminable aguacero de malos ratos y tratos, uno tras otro, otro y otro.
Naturalmente, habiendo crecido en medio de tanto desastre, me convertí en uno. A la corta edad de quince años, los adultos me catalogaron como una causa perdida.
En la escuela los profesores me llamaban la atención cada que abría la boca para dar mi humilde e irreverente opinión sobre cualquier tema que ellos expusieran, me castigaban por no hacer las tareas, por dormirme en clases, por dar uno que otro puñetazo a algún idiota que se quisiera pasar de listo conmigo y me terminaban de reñir por llevar el uniforme desprolijo o en ocasiones, incompleto.
En casa, la actitud de mis padres para conmigo no distaba mucho de la que los maestros tenían en la escuela; gritos, castigos y unos cuantos golpes por ser yo... una causa perdida que no deseaba ser encontrada. Los tenía hartos.
Y yo también estaba cansada de tener que pelear con todo el que se me pusiera en frente. O bueno, con casi todo aquel que se atreviera a cruzar miradas conmigo, porque había una excepción. La única persona dentro de la faz de la Tierra con quien no me atrevía a discutir ni en broma, era mi primo paterno, Min Yoongi.
El veinteañero - en aquel entonces obviamente, duh - era de las pocas, o la única persona a la que le seguía teniendo una pizca de respeto. Pero se la había ganado en gran parte por la manera en que hizo caso omiso a las palabras de sus padres, mis tíos, y se fue de casa para intentar ganarse la vida haciendo lo que más amaba: música. La otra parte de mi respeto procedía del hecho de que cuando le hablaba como a los demás, como si estuviera estúpido y su IQ fuera de - 20, me daba unas miraditas malditamente diabólicas que me provocaban escalofríos.
