𝘗𝘳ó𝘭𝘰𝘨𝘰

2.6K 198 14
                                    

—Realmente lo sentimos muchacho, no podrás volver a jugar en un tiempo....— El doctor siguió hablando pero no fue escuchado. Su mundo se detuvo cuando escucho lo único que no quería oír "No podrás volver a jugar"

¿Todo su esfuerzo fue en vano?
¿Todo, para absolutamente nada?

Estaba en la sima y de la nada volvía al fondo, después de todo lo que le costó llegar a donde estaba por culpa de su casta ¿y así le paga el destino?, ¿acaso no querían que fuera feliz?, no merecía esto

Maldijo al jugador que le hizo la barrida que impacto de llego en su tobillo, siendo derribado en segundos dejándolo postrado en el piso. El partido siguió dándole gol al rival, pero el seguí en el suelo agonizando por el dolor en su pierna izquierda
Sus compañeros se acercaron preocupados, y como no? El pequeño omega alegre y parlanchin estaba en el suelo llorando desconsoladamente y gritando sin parar. Una camilla se lo llevó del estadio, recibiendo aplausos de parte de los aficionados cuando salió de este

El partido terminó dando como ganador a su club, el Barcelona.

—Señor Rodriguez, me está escuchando?— el beta chasqueo sus dedos sacandolo de su ensoñación

—Eh, sisi entiendo— El mayor suspiro, su rostro estaba demasiado pálido — Lo siento, andaba pensando en algo....— se disculpo, el doctor le Sonrió con lastima y posó su mano en su hombro

—Escúchame bien muchacho, aun no es el fin.  Okey?— palmeo la espalda de Alvaró — Si sigues los tratamientos acordados...— sus ojos se iluminaron, aun había posibilidad— con suerte podrás volver a jugar en menos de un año, pero no hay nada asegurado— Toda ilusión fue destrozada en segundos, las ganas de llorar se instalaron en sus ojos negándose a irse hasta que soltara todo

Trago grueso y se levantó de la silla, agarro sus muletas colocando una de cada lado y camino hacia la puerta— Gracias por todo, doctor.— salio del consultorio sin más, frustrado dejó salir sus lágrimas. Se permitió llorar por toda la rabia acumulada en su pecho sin importar que su acompañante lo viera, lloro del coraje que le provocó ser lesionado así sin más. Culpo a su casta por eso, culpo nacer como un pequeño y débil omega que era derribado con una simple patada

Su carrera se encontraba en lo más alto, siendo una de las estrellas del Barcelona y uno de los jugadores más solicitados en el mundo. Era una joven promesa que recién se aventuraba en el salvaje y apasionante mundo del fútbol, pero ahora estaba ahí. Ahogado en la miseria de no poder jugar y seguir haciendo lo que le apasionaba, todo se había ido al caño en un segundo

Se bajó del auto sin siquiera hablar con el conductor que lo dejó en su casa, lo único que quería era llegar a su cama y seguir ahogándose en la miseria que ahora era su vida. Lloro durante toda la noche y la mañana siguiente, ignoró las llamada a su celular y el insistente golpeteo en la puerta de su hogar
Luego de 3 días se digno a prender el televisor de su cuarto para ver las noticias y como no, hablaban de él, de su carrera

𝘗𝘦𝘲𝘶𝘦ñ𝘰 𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora