Hijo de la Luna [YoonMin]

PRÓLOGO

—Fecha: 15 del mes 02, año 2005. Hora: 13:25. Desconozco mi paradero y todo está oscuro. ¿Estoy perdido? Quizá... No hay rastros de ningún ser humano. ¡Esperen! creo que veo algo.

—Ven aquí. —Las grandes y delicadas manos de su madre alcanzaron a sostenerle entre toda la ropa que tenia el pequeño cubriéndole. Se escucharon carcajadas por parte de ambos.

—Mamá, estaba en medio de mi misión. —El azabache se cruzó de brazos, pretendiendo estar molesto con su madre. Pero solo logró hacerla reír más.

Mi gatito

—Lo siento, comandante Min. Pero yo también estoy en medio de mi misión, y si no acabo pronto, el mundo podría colapsar.

—Solo estás doblando la ropa, no es la gran cosa. —Caminó hasta el marco de la puerta, pero pensó en algo y volteó a ver a su madre.—¿Luego podremos jugar con papá a las misiones?

Ella lo pensó, para YoonGi había sido muy tardo la espera de una respuesta, pero claro que ella solo lo hacía para molestar un poco a su hijo.

—Quizá.

—¿Quizá? —Su mirada triste no pasó por alto.

—Claro que si jugaremos contigo, cariño. —Acarició la cabellera lisa de su hijo para darle un sonoro beso en la frente de este, no evitó cerrar los ojos ante el tacto de los suaves belfos de su madre.

—Iré a jugar en el patio.

Su madre asintió y se recompuso en el suelo donde se hallaba anteriormente doblando la ropa de su esposo e hijo.

Mientras tanto, el pequeño y aventurero Min se encaminó rumbo al patio trasero, pero al pasar por la puerta de su cuarto un escalofrío le recorrió desde la nuca, pasando en su espina dorsal hasta terminar en los talones de sus pies. Sentía un fuerte imán que lo incitaba a ver el interior. Sabía que no había nadie, pero siempre vivió con la idea de que los monstruos existían. Quién sabe, nada descarta esa idea que el joven creía solemnemente.

Sin más rodeos, giró su rostro para ver de frente lo que bloqueaba la vista al interior de su habitación; la puerta. Claro, no seria digno rival para el gran Min.

¿debería sentir miedo?

No. Definitivamente no.

Abrió la puerta casi de golpe, y lo que creyó por un instante se esfumó... Pero no pensó que literalmente lo hiciera.

¿Eso había sido mi imaginación o de verdad había humo ahí?

Pues ese "humo" tenía la forma de un hombre.

Ahora sí tengo miedo.

Espero que ya hayan tomado agua, manténganse hidratados siempre.

Franyerlin D.R.P