UN BESO HELADO

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UN BESO HELADO


Nace del lúpulo y la cebada una encerrada

 siempre fresca y helada

en dulce contraste con un cálido beso

que me supo amargo.


Nacen del lúpulo y la cebada estos versos

que derrochan la pena de no tenerte

pues tu ausencia se siente

como el frío de la Antártida.


Maldita angustia que llevo dentro

¿Qué haces allí afuera?

¡Si te necesito dentro!

... haciendo ebullir mis hormonas.


En medio de una contemplación metafísica.

Santifico esta militante invocación a mi muso amado.


Necesito convertirme en lava para recorrer tu valle escondido

hacerte estremecer con mi ardor

y quemar esa tierra sedienta de lujuria y sexo

que me extraña y me añora.


¡Qué importa si el tiempo avanza!

Igual iré caminando hacia las puertas del cielo

con sed sorda y violenta naufragando al fondo

de un espumeante vaso de etiqueta humedecida

en libación sagrada subiendo por la espuma a tu cabeza.


¡Cielos!, ¡poder probar tus labios de diosa prohibida!

que me llevan por nuevos caminos de pasión

haciéndome tuyo cuando tu mirada se posa en mí.


Permíteme la aventura del embrujo en trazo de agua

enfrentando tu espuma con embeleso enmarcado

cual codiciado beso cristalino y dorado

químicamente puro y codiciado en un odiado afecto

que nos redime empinando el vaso.

Ariel Sosa Mansilla y Esperanza Renjifo Silva

Argentina – Perú

25/02/2023

23:09 pm

Todos los derechos reservados

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