capítulo 7: ¿Amor?

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--¡Buenas, buenas! – escuché a Gavi entrar al departamento.

Abrí los ojos algo confundida. Me senté en el sillón, donde me había quedado dormida anoche durante la peli.

--Ven a desayunar – me llamó mientras apoyaba una bolsa en la mesa.

Estaba cambiado y con una sonrisa en la cara, parecía renovado.

Me levanté del sofá bostezando y rascándome los ojos.

--Vos sos el verdadero, "el que madruga Dios lo ayuda" – dije sentándome en la mesa.

Se rio y sacó unas donas de la bolsa.

--Mira, me he levantado de buen humor – se sentó al lado mío.

--Bueno, yo creo qu- -- no pude terminar de hablar que noté que tenía un hematoma en la mejilla derecha --¿Qué es eso, Pablo? – le pregunté, algo enojada.

--¿Qué? – dijo desconcertado mientras le daba un mordisco a una dona.

--Vamos, el pedazo de moretón que tenes en la mejilla.

--Ah, no es nada – trató de tapárselo un poco con la mano.

--Déjame ver eso.

Me acerqué a él y le toqué el moretón, al instante se quejó del dolor y se corrió.

--¿Cómo te hiciste eso, Pablo?

--No me llames Pablo.

--¿Cómo te hiciste eso? – insistí ya empezando a enojarme de verdad.

Ni siquiera entiendo porque me enojaba, seguramente ni siquiera era de mi incumbencia.

--Me tropecé.

--¿Me ves cara de estúpida?

--Y... -- dijo riéndose, pero a mí no me causó ni un gramo de gracia.

--Pablo, deci la verdad.

--Me encontré con un tío el cual le tenía bronca y bueno... eso – dijo para después seguir comiendo su dona.

--¿Quién fue?

--No importa.

--Si que importa, Gavi – me levanté para agarrar un hielo.

--Aquí lo que importa es lo buenas que están estas donas, ¡Que delicia! – terminó de comer la dona.

Envolví el hielo en una servilleta de tela y me acerqué a Gavi.

--Deja de cambiar de tema – apoyé el hielo en el hematoma.

--¡Ay! – se quejó.

--Lo siento, pero con esto te mejorará.

--Te ves muy guapa desde aquí.

--Cállate – dije tratando de que no se me escape ninguna sonrisita, y esperando no sonrojarme.

--Créeme.

--Deja de mentir, literalmente me acabo de despertar – alejé mi rostro un poco de él para poder verlo a los ojos.

--Tienes razón, estoy mintiendo, te ves guapa de todos los ángulos.

--Toma, ponete vos el hielo, yo quiero comer – le dejé el hielo y me fui a sentar.

--¿Te pusiste nerviosa? – dijo riendo mientras se apoyaba el hielo en el moretón.

--¿Yo? No – probé una dona.

--Que te hayas sonrojado como un tomate no dice lo mismo.

--¿Podemos volver a hablar de tu moretón? – cambié de tema.

QUÉDATE - fanfic GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora