capítulo 8: Espacio personal

406 12 2
                                    

--Hola, soy Sara, un gusto.

--Lucía – se presentaban estas dos.

Hoy, Sara había venido al entrenamiento, así que hoy éramos más en las gradas.

--Y, ¿Cómo te ha ido con Gavi?

--Sabía que había algo entre tu y Gavi – dijo Sara señalándome.

--¡No hay nada! Es el amigo de mi primo, nada más – dije tratando de no pensar en anoche...

--Vamos, deja de mentir. Todos nos damos cuenta que entre ustedes hay algo, hasta Sara lo sabe – Sara asintió.

--Basta, no hay nada. Aparte, yo no busco nada, en 2 semanas me vuelvo a Argentina.

--No quiero que te vayas, volveré a aburrirme en los entrenamientos – me abrazó.

--Yo también voy a extrañarte, a ambas. Pero bueno, seguramente vuelva a Barcelona en unos meses.

--Oigan, -- llamó nuestra atención Sara --¿Qué tal si hoy vamos de fiesta?

...

--¡Vic! ¿Puedes pasarme el colorete? – me pidió Lu desde la cama.

--¡Sí! – le revolee el rubor.

Estábamos Sara, Lu y yo cambiándonos y maquillándonos en una mini habitación, imagínense el desastre que era eso.

--¿Ya están listas? – nos gritó Pedri desde afuera.

--¡Esperen! – gritamos las tres a la vez.

--¡Están hace una hora y media allí encerradas!

--¡Cinco minutos! – insistí

A mi solo me faltaba ponerme el rímel, a Sara las zapatillas y Lucía acababa de terminar.

--¿Estamos todas listas?

--Sí – respondieron las 2 al unísono.

Ambas salimos a la vez del cuarto. Llevábamos todas vestidos puestos, Lucía de blanco, Sara de negro y yo de rojo.

--Que guapa – le dijo Pedri a Sara mientras la tomaba de la mano y la hacia dar una vuelta.

--Tú también estas muy guapa, el rojo es tu color – me susurró Gavi mientras "disimuladamente" posaba una mano en mi cintura.

--Cállate – le dije empujándolo y tratando de no sonrojarme y reírme.

...

Estábamos en el mismo boliche que la otra vez que habíamos salido de fiesta. Estábamos, bueno, nosotros 5 y Mateo, Luis, David y bueno, Iván. Notaba que él trataba de acercarse a mí, pero yo trataba de mantenerme lo mas distante posible, no iba a dejar que un idiota me arruine la noche.

Estaba en a barra pidiendo un trago, cuando de pronto siento que me tocan el hombro.

--Vic – me llamó Iván.

--Victoria – le corregí y saqué su mano de mi hombro.

--Oye, sé que estas enojada, pero tengo mi justificación.

--Mira, si te soy sincera, no estoy con ánimos de escuchar tu justificación ahora, solo quiero pasarla bien – quise irme, pero me agarró del brazo.

--Debes escucharme.

--No quiero.

--Por favor, sabes que me gustas.

--Pero a mí no, déjame en paz – traté de irme, pero nuevamente no pude.

--Vic, escúchame.

--Victoria.

QUÉDATE - fanfic GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora