Tan pronto como salgo de casa un escalofrío me recorre la espalda de una manera bastante sospechosa y que nunca había sentido. Quizás mi propio cuerpo me estuviese avisando de lo que iba a pasar aunque en ese preciso instante, no le dí la mayor importancia.
Salgo al portal y allí estaba, que el taxi estuviese en la puerta de casa a la hora debida era un milagro. Me monto en él y el taxista pone en marcha el taxímetro, la verdad es que me llamó la atención lo rápido que subía el dinero aunque en ese momento no me preocupaba.
El tiempo que adelantara cuando el taxi no se había retrasado lo perdimos en un gran atasco para entrar al centro de la ciudad, lugar que teníamos que atravesar para llegar a la sala de fiestas y por si esto no fuese suficiente, pinchamos una rueda y tuvimos que parar. Yo, ya iba tarde por lo que no podía esperar a que cambiara la rueda y después volver a entrar en el horrible atasco.
Lo que hice fue pagarle al taxista el viaje hasta allí (que me pareció un precio desorbitado) y salí corriendo hacia el lugar acordado. Solo quedaban 5km y me veía capacitado para hacerlos en menos de 20 minutos, antes de que la celebración comenzase. La verdad es que tenía práctica corriendo y era uno de los más veloces de la clase pero la resistencia no era mi mejor faceta... Bueno, seguí corriendo como pude y en este momento noto que alguien me grita con una voz de señora mayor. En este momento la veo, era mi tia abuela Gumersinda, a la que llevaba más de un año sin ver porque en realidad, no me caía muy bien. Ella lo que quería era que la ayudase a cruzar la calle, cosa que en aquel momento era imposible por la gran cantidad de coches, pero no podía negarme a ayudarla. Me acerco a ella y la cojo de bracete intentando, con dificultades, hacer señas para que los automóviles parasen. Después de un buen rato lo conseguimos, los coches pararon y pudimos cruzar. Lo que yo pensaba era que cuando cruzaramos con decirle "adiós" iba a bastar pero no... que equivocado estaba. Se puso a contarme todo lo que había hecho en este tiempo que no nos habíamos visto. No sé cuanto tiempo estuvo hablando pero me pareció una verdadera eternidad (como si hubiera empezado por la Guerra Civil, siguiendo por el Franquismo, la Transición y llegando al tiempo en que vivimos en la actualidad) y por supuesto no faltaron todas las preguntas que me hizo a mi... mas que mi tia-abuela parecía un policía haciéndome un interrogatorio: que qué tal de notas, que qué tal esas novias, que qué tal papá y mamá... las típicas preguntas que siempre te hacen, pero sin duda para mí no era el mejor momento.
Bueno, al final conseguí escabullirme aun hoy no se como y seguí corriendo hasta llegar a mi destino, había llegado un poco tarde pero lo importante era llegar a la que posiblemente iba ser la noche más rara de mi vida.Nota de autor:
Aunque este capítulo el protagonista haya tenido algún contratiempo no se va a poder comparar con lo que le pasará en los siguientes capítulos. ¡¡¡PERMANECED EXPECTANTES!!!
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NO ENTIENDO NADA....
Fiksi IlmiahPosiblemente tras leer esta historia penséis que estoy completamente loco...pero no es así, simplemente tengo muchísima imaginación y una mentalidad infantil. Esta historia surge a partir de un batiburrillo de ideas que espero que os guste tanto com...