Lemon Boy [Joshler]

Citrus

Finalmente sono la campana que anunciaba la salida de los estudiantes, el momento que se encontraba esperando tan ansiosamente había llegado.

Caminaba por los pasillos un tanto cabizbajo, mientras disimuladamente buscaba a josh con la mirada.
Pensaba en todas las idioteces que harían al llegar a su casa, y sin darse cuenta, se sentía estupido por crearse tantas ilusiones y reirse consigo mismo cuando habían tantas personas que podrían observarlo.

¿No era extraño? digo, pensar tanto en alguien ¿no era ridículamente extraño sentir que tu corazón cambiará de puesto simplemente de imaginar su sonrisa?
Sentía que cada día era más difícil ocultarlo.

Rápidamente se deshace de sus pensamientos porque sabía que no irían a ningún lado y continua caminando hacia la salida principal, donde esperaba finalmente encontrar al peli-verde,

¡SI, AHÍ ESTABA ESPERÁNDOLO! ¿con su maldito buzo negro puesto en una tarde de verano?.
-Pensé que los emos se habían extinguido en el 2012- sus manos transpiraban de la emoción, pero no quería sonar como un desesperado , sabía que tenía romper la tensión con una broma de mal gusto

Ambos ríen, y Tyler sabe que no cambiaría esa sensación por absolutamente nada en el mundo.

-Te juro que me voy ahora mismo y vas a tener que perder contra una computadora en marioKart esta tarde- le dice de forma burlona mientras saca su patineta de la mochila y le da unas palmaditas en la espalda al castaño.

-Bueno, supongo que disfrutaré solo de esos redbulls que dejé en la refrigeradora esta mañana- suelta como si le importara en lo más mínimo.

-Maldito mocoso, si nos vamos a morir de una arritmia cardiaca que sea juntos.

¿Juntos?
como ¿Juntos, juntos?
no no, tenía que dejar de ver cosas en donde no las habían.

Ambos caminan hacia la casa de Tyler, mientras josh le mostraba algunas de sus canciones favoritas en la bocina de su celular, morían de hambre, sin embargo ninguno sentía prisa alguna por llegar.

-Hey Ty, ¿por qué no te subes un rato a mi patineta?- sugiere el teñido tomando su vieja y adorada patineta entre sus manos.

Y aunque el sobrenombre le hacía sentir como si fuese a derretirse, debía admitir que la idea de subirse a una patineta hacía que su estómago se retorciése aún más.
Él no tenia coordinación para eso, de pequeño ni siquiera había podido andar sin caerse en una bici con rueditas.

Rápidamente niega con la cabeza

-¿Por qué no? ¿Te da miedo acaso?- las cejas de Josh se elevan como si lo estuviese retando.

Las mejillas del castaño se enrojecen, no quería admitir algo como eso, su rostro cambia a uno de vergüenza total, y el peli-verde se da cuenta de que quizá se había equivocado.

-no, ty, no me mires así, lo lamento, no hay problema sino sabes usar una tonta patineta
¿Por qué no te enseño rápido, eh?- su tono habia cambiado a uno más dulce, y el rostro del moreno se ilumina un poco.

-OH GRAN MAESTRO JOSH, por favor compártame sus secretos- dice acompañado de una burlesca reverencia.

Se sentía imbecil mientras intentaba aprender a balancearse, y agradecía que su calle no era muy concurrida, porque sabía que también se veía como uno.

Josh era muy paciente con sus explicaciones, le mostraba todo paso por paso, y tyler disfrutaba verlo hablar de algo que le apasionaba.

Realmente queria logarlo y ser un prodigio en su primer intento pero sentía que no podía conectar su mente a sus piernas para hacer las cosas como debía, y en un abrir y cerrar de ojos, cuando por fin había logrado avanzar un poco, ve pasar su vida frente a sus ojos cuando pierde el control de la patineta, (realmente simplemente moría de miedo, el joven no iba a más de 2km/h)
pero su amigo no tenía malos reflejos, lo toma rápidamente evitando que se estrelle contra el suelo, y tyler siente como unas manos ajenas rozan levemente su cintura y parte de su espalda, su mente pasa a un estado de shock, jamás habían estado tan cerca, cada célula de su cuerpo gritaba internamente, y por un momento deseo que no lo soltara aún, poder admirar los pequeños ojos rasgados del contrario, o sus finos labios adornados por una tierna sonrisa, o quizá saciar su impulso de acariciar por unos segundos su cabello teñido que brillaba con el sol de ese instante.

No, no quería pensar así de su mejor amigo, le aterraba aquivocarse y echar a perder la hermandad que tenían.

simplemente le agradece, y ambos continúan caminando casualmente como antes, como si nada hubiese pasado, como si no se cuestioran la tensión que  había entre ambos.

Al llegar, Josh se sorprende con lo acogedora que era la casa de tyler, el lugar parecía estar vacío, pero de alguna forma, lo invadió un sentimiento muy familiar, quizá era por Los colores cálidos que decoraban cada rincón, o por las mantas tejidas a mano que reposaban en los sofás, admiraba de forma disimulada y en silencio cada foto familiar y los retratos del castaño posando junto a la chimenea y con una sonrisa de oreja a oreja, sin duda alguna, él nunca había tenido un hogar así, donde pudiese palmar los recuerdos con la punta de sus dedos, el hecho de vivir mudándose, siempre le había provocado una sensación de que todo era efímero, así que estar en una casa tan bonita, sin duda se le hacía un tanto extraño.

Sale de sus pensamientos para darse cuenta que la comida que tyler había ordenado en medio de su última clase ya los estaba esperando, ninguno siente vergüenza alguna de estar al lado del otro comiendo como animales, sin darse cuenta el teñido observa con ojos de ternura a tyler mientras este se termina su último taquito,  y es cuestión de minutos para que no quede ninguna migaja en la mesa.

Se mantienen en silencio por un rato mientras limpian el lugar, no necesitaban de mucha charla, la simple compañía del otro hacía que ambos se sintiésen cómodos.

Pasan la tarde jugando videojuegos y comenzando películas que probablemente nunca terminarían porque entre risas y charlas dejaban de prestarles atención a la mitad.

Sin darse cuenta, eran unos adolescentes cursis hablando de sus sueños y aspiraciones sin temor a ser juzgados, y creando planes sobre sus futuros que probablemente nunca pasarían, pero en ese momento, tirados sobre la alfombra observando un techo que no tenía nada de interesante, se sienten como si nunca hubiesen pertenecido tanto a un lugar, e inconscientemente sus manos se acercan con cada palabra pronunciada, y ambos se preguntan si lo correcto sería finalmente juntarlas, y sin darse cuenta, sus dedos se encuentran profundamente entrelazados, ninguno tiene el valor de ver al otro, solo continúan charlando como si nada hubiese pasado, pero la idea de ser algo más que amigos, ya no suena tan tonta para ninguno.

-Tyler- murmura bajito como si las palabras no quisiesen salir de su garganta.

-mjm- responde mientras la yema de su pulgar acaricia sutilmente la mano de Josh.

¿Eso era algo que normalmente hacían los amigos?

-¿Por qué no me acompañas al baile?- dijo sin pensarlo demasiado, y ahora definitivamente quería arrancarse la lengua- Digo, será promto y no no tengo a nadie más con quién ir y bueno yo pensé que sería genial si..- balbuceaba por culpa del nerviosismo.

-Sí, por qué no- responde intentando parecer tranquilo cuando seguían sin conseguir mirarse mutuamente a causa del nerviosismo.

nao re reguro que ya nadie lee esto en su vida pero sin paja que me propuse terminaela algún día AJSJSJS y nada, un amor adolescente bien inocentón <33 muak