Era luna llena, los aullidos se escuchaban por la base del Imperio 51. Shadoune miraba atento al lobo pardo que andaba junto a el. Luego estaban otros cuatro lobos a su alrededor. Un lobo blanco, uno negro, uno gris, y uno pardo un poco más oscuro que el que acompañaba a Shad. Shad se sentó en el suelo mientras acariciaba al lobo que lo acompañó, este se dejó mientras se acostaba en sus piernas. Los demás lobos los miraban mientras estaban acostados. Shad comenzó a sentirse cansado y dentro de poco estaba dormido sobre el lobo en sus piernas, que, lentamente salio de allí y agarro a Shad desde la ropa con sus dientes y lo arrastró hasta la casa. Luego ellos se fueron al bosque por un rato hasta más tarde.
Shad despertó confuso en la cama. Miro a su costado y vio a su pareja durmiendo plácidamente con solo unos pantalones cortos, noto que, Rubik había vuelto tarde del bosque y solo se visto con algo rápido para poder dormir, Shad se acercó al pecho de Rubik y volvió a cerrar los ojos.
[‧‧‧]
El Omega se sentía raro, hoy era luna llena y se lo iba a perder. Shad nunca experimento una transformación y mucho menos ir con sus amigos al bosque.
—Te sientes mejor, Shad? Pregunto Rubik mientras entraba a la habitación con un desayuno para el francés.
—No se. Respondió Shad mientras se acomodaba para comer.
—Voy a avisarle a los chicos que no voy a ir. Hablo Rubik mientras agarraba su celular.
—No, tu ve, no te preocupes por mí. Respondió Shad mientras le quitaba el celular.
—Shad, no te voy a dejar aquí mientras te sientes mal. Respondió Rubik dejando en silencio al pelirrojo.
[‧‧‧]
La noche cayó y Shad se sentía peor, se retorcía en la cama mientras lloriqueaba. Rubik daba caricias leves mientras escuchaba los aullidos de fuera.
—Rubik... Llamo con miedo el francés. Rubik se volteó y miro al pelirrojo viendo cómo tenía colmillos y garras. Shad estaba aterrado, nunca se había transformado, era su primera vez en esto. Rubik se acercó y tomo a Shad en brazos.
—Vamos a la entrada. Rubik mencionó mientras bajaba rápido las escaleras.
—Voy por ropa para que tengas con que vestirte luego ¿Vale? Rubik volvió a hablar mientras subía rápido las escaleras. Rubik tomo algunas prendas de Shad y una manta por si le daba frío. Bajo rápidamente con las cosas y llego a la entrada. Pero no había nadie, Shad no estaba. Busco con la mirada al francés y luego vio a un lobo anaranjado en una esquina.
